Ariadna Garros Académica Carrera de Enfermería Universidad de Las Américas Sede Concepción
Noviembre es el mes de concientización contra el cáncer de próstata, enfermedad que constituye el segundo tumor maligno más frecuente de la población masculina.
Al respecto, es importante saber que la próstata es una glándula que forma parte del sistema reproductivo masculino y rodea el conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo. El cáncer se origina cuando las células de este órgano aumentan considerablemente su volumen.
Estudios han revelado que esta patología posee algunos factores de riesgo, tales como edad (pasados los 50 años aumenta la probabilidad de padecerlo), antecedentes familiares de cáncer de próstata o de mama, tabaquismo y consumo de alcohol. También, se ha vinculado su incremento al consumo de lácteos con alto porcentaje de calcio, sin embargo, aún no existe suficiente base científica que respalde esta afirmación.
Los síntomas asociados a esta enfermedad son dificultad para comenzar a orinar, flujo débil o interrumpido, necesidad de orinar más seguido de lo usual especialmente por la noche, dificultad para vaciar la vejiga por completo, dolor o ardor al orinar, sangre en la orina o en el semen, dolor persistente en la espalda, caderas o pelvis y dolor al eyacular.
Si la persona identifica algunos de estos síntomas debe acudir inmediatamente al médico, quien de seguro le pedirá realizar un chequeo para detectar si existe alguna anomalía. Entre los principales exámenes que se efectúan están el tacto rectal y de Antígeno Prostático Específico (APE) que se obtiene a través de una muestra de sangre. En el caso que los resultados resulten con un grado de alteración, se procede a tomar una biopsia (muestra del tejido prostático).
El cáncer de próstata puede tratarse con cirugía, quimioterapia y radioterapia, dependiendo del grado de severidad y condiciones del paciente.