Hay quienes tienen sus propias técnicas para superarlas, como, por ejemplo, fregarse con arena después de las picadas de medusas. Lo cierto es que ante sospechas los especialistas recomiendan alejarse de estas creencias populares. Conoce aquí cómo tratarlas y cuáles podrían ser los casos más graves.
Las olas de calor y las altas temperaturas generan el ambiente propicio para que en Chile tanto medusas como insectos salgan de su hábitat natural y mantengan contacto con las personas, incluso llegándolas a picar o morder si se sienten amenazados.
La Dra. María Alejandra Guerra, jefa del Servicio de Urgencia de Clínica Biobío, comenta que durante la época estival las más frecuentes son las de mosquitos, zancudos y sobresaliendo las de abejas. Motivo por el cual se recomienda tener a mano antialérgicos en el caso de antecedentes.
“Con respecto a Chile la gran mayoría de las picaduras son de insectos voladores de poca monta y poco riesgo, y que no transmiten enfermedades. Otras situaciones son las que ocurren en países tropicales donde pueden contagiarse infecciones virales para las cuales tenemos que usar repelentes con DEET al 30% cada 4 horas”, explica la Dra. Milena Chiappe, infectóloga coordinadora del Programa de Medicina del Viajero de Clínica Santa María.
Asimismo, la doctora Guerra destaca la importancia de informarse, acudir a urgencias en casos graves y no caer en los siguientes mitos:
- Picadura de medusa: El uso de agua dulce posterior a la picadura o fregar con arena. Esto no se debe hacer ya que extiende la neurotoxina y así el dolor. Mejor usar suero fisiológico o misma agua de mar, luego frío local seco.
- Picadura de Araña: Pensar que todas pueden llegar a ser mortales. Pese a que sus mordeduras pueden causan graves problemas al cuerpo y a la piel, muchas son tratables bajo el cuidado de especialistas.
- Picadura de abeja o mosquito: Pican porque tienes sangre “dulce”. Este tipo de insectos son atraídos por los perfumes, el olor, sudor, etc. Para estos casos se sugiere quitar el elemento que la ocasionó, lavar y poner hielo. Tomar antialérgico, en caso de ser necesario. Si no es suficiente, acudir a un servicio de urgencia.
Araña de rincón
Según especialistas, en esta época hay aumento en la reproducción de arañas, razón por la que paralelamente incrementa el riesgo de mordeduras. Pese a que se estima que en Chile entre 200 a 500 personas son mordidas por arañas de rincón cada año, la doctora Chiappe, sostiene que es difícil encontrar cifras exactas porque son enfermedades que no se notifican.
Los daños ocasionados por este tipo de arácnidos se denominan “loxoscelismo” y pueden ser desde lesiones pequeñas rojas muy dolorosas, hasta situaciones más complejas donde puede haber conmociones en las que se pierde la piel y se forma una necrosis en el área, comenta el doctor Marcos Huilcamán, infectólogo de Clínica Ciudad del Mar. “También hay situaciones más graves, pero mucho menos frecuentes, que tienen que ver cuando el veneno logra penetrar y dar problemas a nivel renal, hepático, entre otros grados”, agrega el especialista.
Es por este motivo que recomienda pasos fundamentales para prevenir que se torne más grave la picadura:
- Lavar la zona afectada sin frotar, ya que este acto produce mayor penetración de la toxina en el cuerpo.
- Aplicar compresas frías o hielo en la zona afectada. Esto disminuye la expansión del veneno y de la lesión cutánea.
- En el caso de alergias, tomar un antialérgico.
- Si estas acciones no evitan el dolor y agravamiento de la piel, dirigirse al servicio de urgencias más cercano.
Ojo con las fragatas portuguesas
En cuanto a las medusas, las fragatas portuguesas son las más frecuentes y con más alto riesgo durante la temporada. Al respecto, el Dr. Huilcamán menciona que tras una picadura la herida no debe ser tocada, ya que se pueden desarrollar reacciones cutáneas que podrían aumentar en gravedad, según el tiempo de contacto con la zona y de acuerdo con la superficie involucrada del cuerpo. “En general son lesiones leves, que puede haber un color rojo y dar mucho dolor”, sostiene.