La máxima autoridad regional relevó la importancia de la acción que protege 11 mil 400 hectáreas en la zona cordillerana de Provincia de Llanquihue. Esto se da luego de intensas solicitudes de la comunidad que culminaron con el importante hito que deriva de la aprobación de protección del área que comprende aproximadamente un tercio de la cuenca hidrográfica del río Cochamó.
Cada año la zona es visitada por habitantes de la región, de otras zonas del país, como también, extranjeros que llegan a maravillarse con los paisajes y senderos que se pueden recorrer ampliamente y por largo rato durante unos días de estadía en el valle.
El Gobernador Regional, Patricio Vallespin, destacó que es “una gran noticia para la región, declarar un santuario de la naturaleza en el valle de Cochamó, es reconocer la particularidad de ese ecosistema, de ese medio ambiente, una gran reserva de agua que tenemos en nuestra zona y que ahora va a poder ser objeto de protección”
Agregó la máxima autoridad en la zona que “hay que ver como se avanza en la administración, organización de ese espacio para garantizar que sea de verdad un santuario que pueda acoger todo lo que es referido a la investigación, a la ciencia, a la protección, pero también que de alguna u otra manera se puedan crear condiciones para un turismo sustentable”.
Sumó en sus palabras, Patricio Vallespin, “creo que a futuro son los temas donde los Gobiernos Regionales deben jugar algún nivel de rol, jugar algún elemento de decisión o de opinión al menos, ya que hoy no participamos de ese proceso nos parece que en este caso es una buena decisión pero a futuro los Gobiernos Regionales deben jugar un rol en esta materia porque incluso nosotros podríamos ayudar a la administración, a la gobernanza de ese espacio, porque tenemos – yo creo – el derecho a poder pensar que esa es una competencia que pudiera pasar a la mano de los GORE”.
Tres predios particulares y los conocidos senderos están dentro del área protegida. En la zona hay extensas áreas de bosque maduro y alerces, además de las inmensas paredes de granito que maravillan a quien llega a la cordillerana comuna de Cochamó.