Pescadores artesanales, restaurantes, hoteles y centros de consumo del país se verán beneficiados por un proyecto que permitirá aumentar las cantidad y calidad (de la producción) de productos marinos como erizos, locos, ostras y ostiones.
La iniciativa, desarrollada por la empresa Refracta -junto a restaurante Macerado de Casablanca y el Sindicato de Pescadores Artesanales de Quintay-, fue validada científicamente por el Centro de Investigaciones Marina de Quintay de la U. Andrés Bello.
“Este proyecto consiste en el diseño y evaluación de una unidad de acopio en recirculación (RAS) de bajo costo que permitiera acopiar invertebrados bentónicos para la comercialización de productos marinos vivos”, explica el Dr. Juan Manuel Estrada, jefe de este proyecto, que contó con financiamiento de CORFO.
El equipo UNAB estuvo integrado por los investigadores adjuntos de CIMARQ Alejandra Cabezas, Ariel Araya, y el equipo técnico del centro.
El experto subraya que “el aporte del equipo CIMARQ UNAB a este proyecto fue la evaluación del desempeño de la unidad de acopio con diferentes especies de invertebrados, considerando aspectos de diseño, calidad de agua, bienestar animal, rendimiento y operación, recomendando y proponiendo, con evidencia científica y técnica, mejoras y optimizaciones al diseño original”.
El director de CIMARQ destaca que “en Chile hay 100 mil percadores artesanales y un número significativo de ellos podrían acceder a los beneficios de este sistema de recirculación de agua de mar en estanques, por lo que podrá funcionar en cualquier ciudad que desee comercializar los productos”.
Según detalla el Dr. Estrada, “contar con esta tecnología, permitirá tanto a organizaciones de pescadores artesanales como dueños de restaurantes contar con una unidad de bajo costo para el acopio de invertebrados bentónicos que les permitirá ofrecer y vender productos marinos vivos a sus clientes finales”.
Desde 1993 que el Centro de Investigación Marina Quintay (CIMARQ) de la Facultad de Ciencias de la Vida de la U. Andrés Bello viene desarrollado diversos proyectos de investigación con financiamiento estatal e interno, los cuales han permitido consolidar y optimizar los protocolos de producción y repoblamiento de erizo rojo, a escala experimental y piloto.
Precisamente, especies marinas como el erizo rojo, ha sufrido durante años una extracción masiva que las ha llevado al borde de la extinción.