A $410 mil aumentó el aporte anual para participantes del Programa Mujeres Rurales INDAP-Prodemu
Desde su creación, en 1992, el Programa Mujeres Rurales INDAP-Prodemu ha experimentado una importante evolución. En sus inicios se planteó como un proyecto de formación y capacitación para las mujeres del entorno de los pequeños agricultores, a fin de que desarrollaran actividades productivas y para autoconsumo en su ámbito doméstico, pero luego de tres décadas la mayoría se ha empoderado con emprendimientos asociativos y hoy vuela con alas propias.
Debido al éxito de esta iniciativa, que a lo largo del tiempo ha atendido a más de 35 mil mujeres del país, promoviendo su desarrollo personal, social, productivo y económico en una intervención de tres años, INDAP y la Fundación Prodemu suscribieron este lunes en la comuna de Paine, junto al grupo de mujeres Flores Queltehue de la localidad de Abrantres, el convenio de transferencia 2023, que incluye un aumento de los montos de inversión directa para las participantes.
La actividad fue encabezada por la directora nacional de Prodemu, Marcela Sandoval Osorio, y el director nacional de INDAP, Santiago Rojas Alessandri, quienes informaron que el aumento de las asignaciones para las participantes del programa tiene su origen en el alza que han tenido los insumos agropecuarios y los materiales de construcción en los últimos años, lo que ha llevado a que los costos de producción se encarezcan, en especial para las mujeres que trabajan en labores de campo.
Fue así como se estableció un monto de inversión directa de $410 mil anuales para las mujeres que son parte del programa, lo que representa un aumento del 17% respecto de 2022, año en que este aporte fue de $350 mil por cada una.
Este año los fondos de inversión de primer y segundo año serán administrados por Prodemu y los de tercer año, por INDAP, con el fin de propiciar la proyección de las emprendedoras y que al egresar del Programa Mujeres Rurales puedan acceder a las herramientas de fomento del servicio del agro y continúen su desarrollo.
Otros aspectos para este 2023 son el fortalecimiento de las estructuras de trabajo regionales, para que los grupos del programa profundicen rubros con pertinencia territorial, y el componente de la sustentabilidad para la soberanía y la seguridad alimentaria del país.
“A lo largo de todo Chile, el Programa Mujeres Rurales de Fundación Prodemu e INDAP ha capacitado a muchas mujeres por más de 30 años. En este tiempo, lo que hemos visto es que la asociatividad, el espíritu colectivo y las ganas de innovar han sido el sello de un resultado concreto de lo que hace este programa a nivel nacional”, dijo la directora nacional de Prodemu, Marcela Sandoval Osorio.
Santiago Rojas, director nacional de INDAP, resaltó que “hoy hemos firmado un convenio que nos va a permitir trabajar con más de 3.300 mujeres este año, con acompañamiento y un incremento de la inversión por cada una de ellas, y además hemos podido ver cómo en esta agrupación, Flores Queltehue, se ven los resultados del programa: tienen un invernadero con producción de flores, están comercializando y han forjado una gran relación entre sus integrantes”.
El grupo Flores Queltehue está integrado por seis mujeres familiares entre sí –tres hermanas, dos cuñadas y una sobrina con síndrome de Down– que están iniciando su tercer año en el programa. Producen flores de corte como lisianthus, alstroemerias y girasoles, las que venden a través de Facebook, Instagram y WhatsApp (+56 9 7955 0196). Durante la pandemia ofrecieron el servicio de arreglos florales para las tumbas del cementerio de Aculeo y para el Día del Padre fomentaron el regalo de flores a los varones. Su lema es “producir belleza, variedad y elegancia”.
El Programa Mujeres Rurales tiene módulos en todas las regiones del país, excepto Magallanes, y brinda herramientas y recursos para cimentar un trabajo asociativo y mejorar la calidad de vida de las campesinas, además de darles un espacio para mirarse, atreverse y fortalecer el tejido social. Los principales rubros son la producción de hortalizas y frutales menores, además de la apicultura, las hierbas deshidratadas, la floricultura y la artesanía en lana y fibras vegetales, entre otras.