Gustavo Salinas Académico Escuela de Hotelería y Turismo Universidad de Las Américas
Según el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario, el cual lidera el programa de turismo rural en Chile, esta trata de un conjunto de servicios turísticos en un espacio rural, que tenga como soporte y principal atractivo, una actividad silvoagropecuaria en operación y/o valorice la identidad campesina como elemento significativo de relacionamiento entre los pasajeros y/o excursionistas.
Este tipo de turismo en Chile ha cobrado una mayor importancia en los últimos años, debido a que se ha convertido para los turistas nacionales e internacionales, en una gran alternativa para conocer en profundidad los pueblos originarios, las costumbres de las comunidades y la gastronomía local de los lugares que visitan. Todo esto acompañado de una inmejorable relación precio-calidad.
Otro aspecto fundamental para destacar es que el turismo en zonas rurales se ha transformado en un eje relevante en la reactivación económica, donde el visitante no solo disfruta de los servicios y atractivos turísticos, sino que también tiene la oportunidad de aportar a la economía local y aprender en terreno sobre los diversos territorios de nuestro país. Es la familia campesina, en un 60% liderada por mujeres, según fuentes de la Subsecretaría de Turismo, la anfitriona de los servicios ofertados, tales como alojamiento, alimentación, guiados, actividades programadas, visita a granjas y/o actividades de turismo aventura específicas. Este tipo de turismo seduce para siempre, se puede practicar todo el año y, además, es una gran alternativa a la hora de programar las vacaciones en época de recesión.
Es importante mencionar que, para disfrutar el turismo rural de manera plena, hay que informarse sobre las historias locales, sus actores y costumbres, ya que esto seguro mejorará la experiencia. Asimismo, hay que buscar instancias para conectarse con la naturaleza, desde la cosmovisión de los pueblos originarios o de las familias anfitrionas. Y, por último, hay que elegir operadores, servicios y guías locales, con el objetivo de contribuir directamente a la economía local.
Chile con su diversidad cultural, geográfica y climática ofrece la posibilidad de conocer los territorios desde un punto de vista verdadero, permitiendo un impacto positivo para el visitante y también para las comunidades.