Cáncer cervicouterino: consejos clave para su prevención
El cáncer cervicouterino (CaCu) es una patología que se origina en el cuello uterino de la mujer, el cual posee un lento desarrollo en el tiempo y, generalmente, comienza con cambios precancerosos en las células del cuello uterino, los cuales pueden ser detectados oportunamente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo se diagnostican aproximadamente 570.000 nuevos casos de este tipo de cáncer cada año y se estima que más de la mitad resultan en muerte. En Chile, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer (INC), en 2020 se diagnosticaron 1.552 nuevos casos, convirtiéndose en la sexta causa de muerte en mujeres durante el año 2018.
“El cáncer cervicouterino es el único en su tipo que, de ser detectado a tiempo, es curable en un 100%”, explica María José Benavides, Directora de la Carrera de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Las Américas”. Y añade que “la prevención y detección temprana son fundamentales para reducir su incidencia y mortalidad. Las pruebas de detección incluyen la toma del Papanicolaou (PAP) que permite reconocer lesiones preinvasoras del cérvix, mientras que el test de Virus Papiloma Humano (VPH) identifica los tipos de virus de alto riesgo oncogénico que son los responsables de un 99% de los casos de este tipo de cáncer”.
El principal factor de riesgo para desarrollar esta patología es la infección persistente por el VPH. Otras causas incluyen el tabaquismo, tener múltiples parejas sexuales, tener relaciones sexuales a temprana edad y un sistema inmunológico debilitado.
La profesional de UDLA explica que “es importante que las mujeres se hagan una revisión ginecológica periódica para asegurarse de que su cuello uterino esté sano y detectar cualquier cambio temprano en las células cervicales que puedan indicar la aparición de este tipo de cáncer”.
En este contexto, la experta comparte algunas medidas de educación y prevención que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer cervicouterino y detectarlo tempranamente:
- Vacunación contra el VPH: se recomienda que las niñas y los niños reciban la vacuna entre los 9 y 14 años de edad, antes de que comiencen su vida sexual.
- El uso del condón femenino y masculino durante las relaciones sexuales: puede reducir el riesgo de infección por VPH y otras enfermedades de transmisión sexual.
- El inicio de la toma del PAP: está recomendada entre los 25 y 29 años, mientras que el test de VPH desde los 30 años junto al PAP.
- Evitar el tabaco: ya que puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer cervicouterino y otros tipos de cáncer.
- Conocer estudio serológico de parejas sexuales: como test de VIH y sífilis, entre otros.
Finalmente, María José Benavides comenta que “es fundamental que las mujeres se informen sobre el cáncer cervicouterino y sus respectivas medidas de prevención. Asimismo, deben consultar a su médico o matrón/matrona sobre cuándo comenzar las pruebas de detección y con qué frecuencia se deben realizar”.