Alejandra Ríos Urzúa, Directora del Diploma en Habilidades Laborales de la UNAB, Sede Viña del Mar
Liderar acciones para una sociedad más justa e inclusiva
El Día Internacional de la Inclusión Social y Cero Discriminación es celebrado el 1 de marzo. Esta fecha nos recuerda la importancia de promover una sociedad donde todas las personas sean tratadas con igualdad, equidad y respeto, sin importar su raza, género, orientación sexual, religión, discapacidad o cualquier otra característica personal.
En un mundo cada vez más diverso, es fundamental que trabajemos mancomunadamente para eliminar la discriminación y la exclusión social. Éstas pueden manifestarse de muchas maneras; una persona puede enfrentar la exclusión de un grupo social determinado y otra, la negación de oportunidades y derechos básicos. Sin importar la forma en que se manifieste, la discriminación debe erradicarse pues constituye una fuerza destructiva que puede limitar el potencial de las personas, dañar su autoestima y provocar sentimientos de aislamiento y desesperanza.
La inclusión social es el proceso que garantiza a todas las personas acceder, en igualdad de condiciones, a los recursos, servicios y apoyos que necesitan para vivir dignamente; contar con servicios de salud, educación, vivienda y empleo, así como el acceso a actividades recreativas y culturales.
La inclusión social es un derecho humano fundamental que debe ser respetado y promovido por todos y para lograrla, la sociedad en su conjunto debe aunar esfuerzos. Es importante comprender que todos somos responsables y podemos aportar al proceso de eliminación de actos discriminatorios. Podemos implementar pequeñas, pero significativas medidas para apoyar a quienes pueden ser víctimas de marginación o discriminación. Desde el rol que cada uno ejerce en la sociedad, podemos asegurarnos de que nuestras empresas, escuelas, familias, amistades, entre otros, sean inclusivos y respetuosos con todas las personas.
También podemos aportar a la eliminación de prejuicios y estereotipos que perpetúen la discriminación, tomando consciencia de nuestros propios prejuicios a fin de superarlos.
La inclusión social y la eliminación de actos discriminatorios son esenciales para construir una sociedad justa, equitativa y sostenible. Trabajar de manera colectiva para promover estos valores, aporta a la construcción de espacios en donde todas las personas tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial y vivir vidas felices y saludables.
En definitiva, la conmemoración de este día concientiza sobre la necesidad de construir en conjunto una sociedad más justa e inclusiva. Todos tenemos la responsabilidad de generar acciones para eliminar situaciones excluyentes y promover la inclusión social, desde nuestro quehacer más cotidiano hasta las políticas y prácticas de nuestras instituciones. Si cada uno de nosotros se hace parte, estaremos construyendo un mundo donde TODAS las personas sean tratadas en condiciones de igualdad, equidad y respeto.