Reconoce si tienes un trastorno del sueño y cómo podría afectar a tu salud
Un tercio de la vida se pasa durmiendo y existe evidencia de que cumple funciones fundamentales en el aprendizaje, la memoria o en reforzar el sistema inmune. Conoce aquí cuáles son los efectos del mal dormir y cómo mantener una buena higiene del sueño.
El eslogan de la celebración del Día Mundial del Sueño de este año es “El buen dormir es esencial para tener una buena salud”, cuya finalidad es relevar su importancia. “Existe conciencia de mantener buenos hábitos alimenticios o de que hay que realizar deporte para ser saludables, pero poco conocimiento se tiene de que el sueño es fundamental para mantener una buena calidad de vida. Esto tiene relación con el tiempo que disponemos en esta actividad y también con que sea profundo, reponedor y no fragmentado”, comenta la neuróloga del Centro del Sueño de Clínica Santa María, Dra. Catalina Torres.
De esta forma, cumple funciones importantes para el organismo del ser humano, agrega la especialista de Clínica Santa María. “El pasar un tercio de la vida durmiendo no es fortuito, tiene relación con aspectos vitales como la preservación de energía, reparación de tejidos, consolidación de la memoria, procesamiento emocional y de aprendizajes. Además, refuerza el sistema inmune, y cumple un aspecto importante en la regulación hormonal, entre otros”, asegura.
Asimismo, Fernando Marchant, psicólogo de Vidaintegra comenta que es clave para la salud mental dormir bien las horas que corresponden, sobre todo en enfermedades como depresión, ansiedad o algún trastorno como la bipolaridad.
“Favorece el bienestar emocional al evitar estar irritable, de mal genio, actuar de manera impulsiva o descompensada. Ayuda al buen desempeño y a la productividad, ya sea estudiantil o laboral, más la capacidad de relacionarse adecuada y socialmente, potenciando aspectos propios de las relaciones sociales, como la empatía o el darse cuenta de las situaciones con mayor criterio”, afirma el especialista.
¿Cómo reconocer un mal dormir que podría ser peligroso?
En general, con la vuelta a la rutina de marzo, puede ocurrir que sea más complejo descansar bien. Sin embargo, algunas señales de alerta que pueden indicar que existe un trastorno relacionado son:
- Dormir menos de 6 horas o más de 9 horas.
- Estar con cansancio durante el día.
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Tener un descanso fraccionado, es decir, despertarse varias veces en la noche.
- Estar más irritable.
- Menos concentrado.
“Lo normal en adultos de hasta 65 años es dormir entre 7 y 9 horas por noche, tanto descansar menos o más en forma habitual puede alterar los procesos antiinflamatorios y reparativos cerebrales”, advierte la doctora Evelyn Benavides, neuróloga de Clínica Dávila. Si termina no siendo reponedor es importante consultar a un experto del tema y nunca automedicarse.
El tener un mal sueño puede afectar e, incluso, enfermar el cuerpo. La evidencia científica ha descubierto que en esta actividad se eliminan toxinas que si se acumulan en el cuerpo pueden estar relacionadas con enfermedades neurodegenerativas. También puede provocar resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares, patologías de salud mental, riesgo de accidentes y, con ello, incrementar las probabilidades de mortalidad.
¿Cómo mantener una buena higiene del sueño?
El Dr. Sergio Juica, neurólogo de Clínica Biobío explica que aquellas personas con alteraciones por mal dormir pierden años de vida saludable, incluso, algunos estudios indican hasta 10 años. “Más del 95% de los trastornos se van a solucionar mejorando la higiene. Es decir, un número muy limitado de pacientes tiene un problema relacionado a algún tema orgánico”, enfatiza.
Al respecto, el Dr. Enzo Rivera, neurólogo del Centro de Estudios del Sueño de Clínica Ciudad del Mar, comenta que para lograr tener un descanso reparador hay que tomar algunas medidas como no ver pantallas antes de ir a la cama, no tomar café ni estimulantes dos horas antes de acostarse, en el día también es importante dejar momentos de pausa, no realizar siestas prolongadas, hacer actividad física durante la mañana y siempre evitar la automedicación. “En niños es importante tener una rutina para empezar y terminar el día, debe ser siempre a la misma hora, no hacer cambios en el fin de semana, pese a que no tengan clases”, finaliza.