Soledad, sistema inmune y cardiopatías: ¿existe una relación?
Estudios indican que el efecto de la soledad en la salud del corazón y en el sistema inmune es similar al de otros factores estresantes.
Es natural sentir algo de soledad algunas veces. Quizá vivas lejos de tu familia y amistades cercanas, o pasas muchas horas en la oficina. O bien, gracias a la tecnología, conversas más detrás de la pantalla del teléfono que con seres humanos de carne y hueso.
Si estás solo o sola una tarde cualquiera, es posible que te sumerjas en un buen libro y disfrutes de paz y tranquilidad. Pero hay una gran diferencia entre estar solo y sentirse solo.
Las investigaciones demuestran que no sólo se vive una vida más plena cuando hay otras personas en ella, sino que también es probable que se viva una vida más larga y sana. “Algunos estudios demuestran que las personas extrovertidas tienen un sistema inmunitario más fuerte y mejor preparado para combatir las infecciones. Esto se debe probablemente a la mayor exposición a los gérmenes de otras personas y a la interacción presencial”, indica la Dra. Milagro Sosa, Directora Médica de Abbott.
De esta forma, la vida en compañía otorga recompensas para la salud.
Vínculo entre soledad y cardiopatías
Es importante entender la diferencia entre soledad y aislamiento social. No son sinónimos, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Heart1. La soledad es una sensación subjetiva, asociada a la idea de que sus relaciones son deficientes. El aislamiento social, en tanto, es una medición objetiva de ausencia de relaciones, vínculos o contacto con los demás.
El mismo estudio publicado en Heart reveló que las personas que pasan más tiempo solas y se sienten solas con regularidad tienen un mayor riesgo de sufrir cardiopatías e ictus. El análisis de 181.000 adultos reveló que la soledad, el aislamiento social o ambos están relacionados con un 29% de mayor riesgo de infarto al miocardio y un 32% de mayor riesgo de ictus. Según esta investigación, el efecto de la soledad sobre el corazón es similar al de otros factores estresantes, como la ansiedad y la tensión laboral.
Asimismo, la soledad puede activar señales de estrés similares a las de lucha o huida, afectando la producción de glóbulos blancos del organismo, según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences2. Estas señales pueden aumentar la inflamación en el organismo y disminuir su respuesta antiviral, lo que significa que las personas que se sienten solas tienen una respuesta inmunitaria menos eficaz.
La clave: relaciones interpersonales fuertes
Combatir ese sentimiento de soledad no significa rodearse de extraños. Las personas pueden sentirse igual de aisladas estando a solas o en un grupo. El secreto para sentirse mejor es reforzar la red social de buenos amigos, vecinos o familiares. Esto significa mantener las relaciones existentes o ponerse en contacto con seres queridos perdidos hace tiempo para recuperar esos lazos. “Forjar nuevas amistades es otra forma de mejorar la salud y reducir los factores de riesgo de cardiopatías”, asegura la Dra. Milagro Sosa.
Tanto la calidad como la cantidad de las relaciones sociales pueden influir positivamente en la salud, según afirma un estudio publicado en la revista Journal of Health and Social Behavior3. Y a medida que las personas envejecen, estos vínculos personales cobran aún más importancia.
¿Necesitas más incentivos para buscar compañía? Según un estudio publicado en PLoS Medicine, las personas con relaciones sociales sólidas tienen un 50% más de probabilidades de vivir más que las que tienen vínculos sociales más débiles4.
En Chile hay más de un millón de personas que viven solas, según el Instituto Nacional de Estadísticas, INE5. En efecto, el 17,8% de los hogares corresponde a hogares unipersonales, según el Censo 2017.
Y de acuerdo con un estudio de la Universidad Católica6, en 2017 había 460 mil adultos mayores viviendo solos.
“Cuando los adultos mayores viven solos, es posible que se sientan aislados, afronten enfermedades crónicas o se enfrenten a la pérdida de amigos, así como a la imposibilidad de participar en actividades de manera independiente”, advierte la Dra. Milagro Sosa.
Dar y recibir compañía
¿Te preguntas qué puedes hacer para ayudar a familiares, vecinos o amigos mayores a potenciar sus vínculos personales?
Puedes visitarlos y pasar tiempo con ellos, llevarlos a comer afuera o invitarlos a su casa. Si tienen problemas de salud, anímalos a participar en actividades presenciales, que les hagan levantarse y moverse. También puede programar actividades periódicas, como ir a comprar verduras o tomar once juntos.
Pasar tiempo con amigos o familiares que se sienten solos no sólo aumenta su calidad de vida y su bienestar general, sino que, de paso, puede mejorar su salud cardiaca.