Telecomunicaciones en un año de grandes desafíos
El futuro del mundo es inalámbrico, y así lo demuestran soluciones como NetAir, que vía microondas permite conectarse desde los lugares más recónditos de las regiones de la zona central del país, o NetSat, que vía satélite entrega alta disponibilidad desde cualquier punto del país.
En los pocos meses que ya lleva 2023, las telecomunicaciones han tenido que afrontar pruebas muy difíciles, en un contexto cambiante y con contingencias que no solo han afectado a millones de personas de forma directa, sino que también mediante miles de empresas que ha visto interrumpidos sus servicios producto de fallas y caídas de distinto tipo, principalmente de internet.
El fenómeno no es nuevo y ya durante la pandemia la industria tuvo que enfrentar un fuerte cuello de botella, con gran cantidad de empresas operando desde los hogares y la consolidación del teletrabajo.
Víctor Opazo Carvallo, Gerente General de Netline Chile, explica que “la pandemia fue un momento fundamental para dimensionar si las telecomunicaciones estaban realmente preparadas, y si bien a nivel masivo hubo situaciones de dulce y agraz, en el ámbito corporativo y muy especialmente en industrias clave, que prestan servicios críticos, las lecciones fueron positivas”.
El Internet Dedicado Inalámbrico que ofrece altas velocidades en cualquier parte del país ya es una realidad, gracias al esfuerzo chileno, que ha podido consolidarse como una muy válida alternativa de backup ante cortes de cable, e incluso posicionarse por sobre apuestas internacionales de gran magnitud.
“Las organizaciones están comprendiendo que cada minuto offline cuesta muy caro, y se trata de un problema que afecta transversalmente a las industrias. Desde una clínica o un aeropuerto cuyos funcionamientos dependen por completo de la Alta Disponibilidad, hasta una tienda de E-commerce que puede ver diezmadas sus utilidades por una desconexión en la hora de mayores ventas”, explica el ejecutivo.
Y en detalle, las necesidades de las organizaciones dependen no solo de altas velocidades que faciliten la rápida transferencia de archivos de gran tamaño o la realización de videoconferencias en buena resolución, sino que también en cuanto a seguridad.
No solo se trata de contar con el suficiente ancho de banda, sino que también entran en juego barreras de protección como firewalls y sistemas para detectar intrusos, considerando el fuerte crecimiento de los ciberataques en el último tiempo, que incluso han puesto en jaque a instituciones de gran prestigio en cuanto a seguridad.