Síndrome Metabólico en la infancia ¿cuándo preocuparse?
Por Caroline Yans Paredes, directora carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Santo Tomás Puerto Montt
La principal causa de muerte en Chile son las enfermedades cardiovasculares, donde los factores asociados a su desarrollo comienzan en la infancia. Por ello, es necesario identificar e intervenir a todos y cada uno de los niños que se encuentren en riesgo.
Actualmente, nuestro país cursa con una obesidad infantil sin precedentes. El último Mapa Nutricional realizado por JUNAEB el año 2022, nos indica que en quinto básico más de 3 de cada 5 niños presenta exceso de peso, ya sea sobrepeso u obesidad. De acuerdo con esto, es de vital importancia identificar el Síndrome Metabólico, que corresponde a un conjunto de factores de riesgo cardiovascular, caracterizado por: circunferencia de cintura aumentada, hipertensión, triglicéridos elevados, colesterol HDL bajo, glicemia en ayunas elevada y exceso de peso. Todos estos factores conducen a resistencia a la insulina, estrés e inflamación celular. Además, el Síndrome Metabólico es un predictor de diabetes tipo 2 futura en los niños.
Para identificar la presencia de este síndrome, en adultos y niños, es necesario la presencia de 3 factores de riesgo. De aquí la importancia de realizar exámenes de rutina a niños y adolescentes. En paralelo, cabe relevar las consecuencias a largo plazo del síndrome metabólico infantil, que pueden aparecer luego de 10 años desde la presencia de los factores de riesgo, destacando el desarrollo de Diabetes Mellitus tipo 2 y Enfermedad Cardiovascular. Sin embargo, también se han asociado otras enfermedades como enfermedad de hígado graso no alcohólico y enfermedad renal.
Ante esto, es fundamental la prevención y aquí podemos destacar: estilo de vida saludable desde edades tempranas, incluyendo legumbres, verduras, frutas, productos integrales, semillas y frutos secos. Evitando productos altamente procesados y altos en azúcares y grasas saturadas.
También incorporar desde la primera infancia actividad física, incluyendo actividades en familia y al aire libre. Los niños y adolescentes deben pasar la mayor parte del tiempo moviéndose para potenciar su crecimiento y desarrollo integral.
Es fundamental respetar horarios de sueño, en cantidad y calidad, ya que está directamente relacionado en la regulación hormonal. Por otra parte, consumir agua varias veces en el día, que sea el líquido de preferencia, evitar jugos o bebidas incluso las “sin azúcar”. Y comenzar con cambios paulatinos en la alimentación, incorporando nuevos alimentos y modificando la alimentación inadecuada por fases, con el objetivo de incorporar el cambio como un hábito de vida establecido.
Finalmente, el llamado es a evitar e identificar factores de riesgo de Síndrome Metabólico para prevenir enfermedades crónicas futuras, realizando exámenes bioquímicos de rutina en la atención pediátrica en niños y también adolescentes que se encuentren con exceso de peso.