Ausentismo laboral por discapacidad: el impacto del dolor lumbar crónico en los pacientes
- El dolor lumbar crónico puede afectar la capacidad de realizar actividades cotidianas como caminar, dormir, comer y socializar; lo cual puede generar días de pérdida laboral y tener un impacto en la productividad del paciente.
- Trabajadores de construcción y personas que laboran en oficina son algunos de los grupos que se encuentran en mayor riesgo de desarrollar dolor lumbar que, de no tratarse adecuadamente, puede convertirse en crónico.
En Chile, la prevalencia de dolor lumbar crónico alcanza un 6,2%. De ese universo, un 48,2% presenta dolor severo y un 44,4%, moderado1. Debido a su intensidad, puede producir incapacidad en quienes lo padecen ya que genera limitaciones para caminar, interactuar socialmente, hacer deportes e incluso dormir.
En el mundo, se estima que 8 de cada 10 personas pueden presentar dolor lumbar al menos una vez en su vida. De no tratarse adecuadamente, esta afección puede volverse crónica. Este es un hecho frecuente, si se toma en cuenta que el dolor lumbar crónico es la primera causa de incapacidad en el mundo2 y, solo en Latinoamérica, se estima que alrededor del 11% de personas lo padecen.
Esta afección se define como el dolor localizado entre las costillas y los glúteos, y puede extenderse al dorso, la pelvis y las piernas2. Está asociada principalmente a factores ocupacionales como levantamiento y transporte de cargas pesadas, así como pasar mucho tiempo sentado, malas posturas, rotaciones del tronco inadecuadas, sedentarismo y estrés laboral2. Cuando no es tratado adecuadamente, puede prolongarse por meses y, finalmente, volverse crónico.
“El lumbago es unas principales causas del reposo laboral en Chile”, señala el doctor Raúl Smith, médico fisiatra, especialista en medicina deportiva de la Clínica Alemana y Mutual de Seguridad. Esto, “debido a que provoca molestias intensas, generando impedimentos para movilizarse, lo que puede repercutir en la necesidad de una licencia para la recuperación adecuada del paciente”, agrega. De hecho, en Latinoamérica entre el 5% y 30% de los pacientes abandonan su trabajo debido a esta afección2.
De acuerdo con la doctora Rocío Guillén Núñez, presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor y miembro de la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT), el dolor lumbar crónico mengua la actividad física, lo que impacta negativamente en la funcionalidad de las personas que la padecen. “Puede impedirle realizar actividades cotidianas como caminar, comer, dormir o incluso socializar, afectando su ánimo y desempeño, lo que condicionaría días de pérdida laboral”, indica.
Al respecto, el doctor Smith señala que esta patología provocaría “una pérdida de funcionalidad e incluso una incapacidad a la hora de concentrarse, por ejemplo. Además, este dolor aumenta cuando se realizan actividades diarias como bañarse, vestirse, hacer el aseo o trabajar, incluso, genera desmotivación en las personas al momento de hacer cosas nuevas o que necesiten mayor funcionalidad, por lo tanto, la persona se va alejando de su grupo de amigos o de la familia”. El especialista explica que cualquier dolor crónico puede generar problemas para dormir e, incluso, trastornos del ánimo como depresión o ansiedad.
Causas del dolor lumbar y la importancia de la prevención
La doctora Rocío Guillén explica que además de factores como el tabaquismo, el sobrepeso y el sedentarismo, diferentes actividades laborales presentan riesgos considerables para desarrollar dolor lumbar crónico. Según un estudio, se estima que el 37% de los casos de dolor lumbar a nivel mundial están relacionados a riesgos ocupacionales.
Para tratar esta enfermedad, el doctor Raúl Smith recomienda que el abordaje sea multidisciplinario, con un equipo que considere fisiatras, kinesiólogos y apoyo psicológico cuando sea necesario. En Chile existen Unidades de Dolor en hospitales públicos e instituciones privadas, que cuentan con profesionales de la salud que trabajan coordinadamente para apoyar la recuperación del paciente, mediante tratamiento farmacológico, rehabilitación y terapia física, asesoría nutricional y educación al paciente.
Con relación a terapias de rehabilitación, durante el último tiempo la kinesiología ha tomado un rol importante a la hora de tratar al paciente, ya que es una especialidad que se encarga de devolver la funcionalidad a la persona, e incluso los especialistas mencionan que los tratamientos kinesiológicos deberían comenzar desde un inicio y no solamente en personas adultos mayores o con dolor severo.
Si bien las personas que experimentan dolor lumbar pueden llegar a tener una recuperación completa, se estima que de un 10% a 20% desarrollarán dolor crónico y discapacidad2. Por ello, es importante acudir a un profesional de la salud a tiempo y no normalizar el dolor, especialmente cuando es por periodos prolongados.
Estudios señalan que los pacientes pueden demorar hasta cinco años o más en encontrar un tratamiento adecuado, debido al desconocimiento y falta de especialistas, y en muchos casos recurren a prácticas riesgosas como la automedicación. Para evitar esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) en 2019, incorporando conceptos que permiten clasificar de mejor manera las patologías que cursan con dolor crónico e identifica algunos tipos de dolor crónico como una enfermedad en sí misma, como ocurre precisamente con el dolor lumbar.