Tras cinco días de competencia internacional en el Festival de Cine de Puerto Montt, el jurado del certamen dio a conocer a las cintas ganadoras del evento cinematográfico que fue organizado por quinto año consecutivo por la Corporación Cultural de Puerto Montt con aportes del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la Municipalidad local, y que se desarrolló en la Casa del Arte Diego Rivera.
De un total de 17 trabajos audiovisuales que participaron de la competencia, cinco recibieron los premios que entrega la organización, y además se destacó a otras tres cintas con Menciones Honrosas por parte del jurado que estuvo conformado por la realizadora y directora de competencia del Femcine, Helen Huntance quien además fue la presidenta del jurado. Así también estuvo como evaluador, Sebastián Catalán, director de Producción, Extensión y Vinculación con el Medio de la Escuela de Cine de Chile, Nicolás Martínez, realizador nacional y productor de la serie “Cromosoma 21”, Lorena Giachino, realizadora y documentalista nacional e integrante del Gremio audiovisual Los Lagos y Diego Carriqueo, director del Festival Audiovisual de Bariloche.
De esta forma en la categoría de Cortometraje Regional de Ficción, donde compitieron siete cintas (cuatro chilenas y tres argentinas) se quedó con el Premio Raúl Ruiz, el cortometraje “Bivalva”, cinta rodada en la comuna de Calbuco y dirigida por Gabriel Montiel, de la cual el jurado destacó “la propuesta estética de sus imágenes que reflejan el entorno de la zona y contribuyen al desarrollo de la historia, y por revelar un tema universal de violencia y abuso de poder en un contexto regional”.
Mientras que el premio que entrega la Escuela de Cine de Chile y que consiste en un diplomado en la institución se lo llevó el director Joaquín Soto, oriundo de Bariloche por su trabajo titulado “Toy complicado”. Mientras que la mención honrosa fue para el corto “Ngen”, de Jaime Bernardo Díaz.
En la categoría de Documental Regional, donde compitieron cinco trabajos audiovisuales (tres chilenos y dos argentinos) el Premio Raúl Ruiz quedó en manos del realizador local Esteban Santana, por su trabajo “El sol es la única semilla”, el cual a juicio del jurado presentó “un relato resiliente, que logra transmitir un mensaje luminoso en un período oscuro; por la precisión en el uso de los recursos y por el modo de abordar la relación entre lo femenino y lo masculino”.
En la misma categoría, Harold Gillibrand director de “Ignorados y acorralados” y oriundo de Valdivia fue el merecedor de la beca que entrega la Escuela de Cine de Chile. Sobre este premio Gillibrand, quien reconoce que es su primera experiencia como realizador en un festival expresó sentirse “súper agradecido de esta oportunidad de haber podido exhibir mi documental en el festival y más que agradecido del premio de la Escuela de Cine, no me lo estaba para nada (…) el haber ganado este premio creo que es una gran oportunidad para poder seguir formándome como documentalista vinculado a la naturaleza”.
Por otra parte en esta categoría el reconocimiento del jurado se lo llevó “Voces de reparación” trabajo dirigido por Samuel González, “por un respetuoso abordaje de conflictos fuertes y contingentes, a través de personajes resueltos que logran generar una empatía y un diálogo social” señaló el jurado.
Finalmente en la categoría de Largometraje Nacional e Internacional de Ficción, que tuvo cinco films en competencia, el premio Raúl Ruiz fue entregado a la cinta trasandina “La calma”, dirigida por Mariano Cöcolo, a la cual el jurado alabó por su “su sensibilidad estética y narrativa auténtica, por su universalidad, por la relación que se establece con el poder manteniendo la originalidad y por la excelente actuación de la protagonista”.
Sobre el premio el director de la cinta, Mariano Cöcolo expresó su alegría resaltando el intercambio que se produce en festivales como el de Puerto Montt, asegurando que estas instancias “de alguna manera hace que reforcemos los vínculos para poder llevar adelante los proyectos que en Latinoamérica está costando tanto. Es muy difícil hacer una película y uniéndonos, no solamente dentro de un país sino con países vecinos creo que es la forma de construir y poder llegar a contar historias que son tan necesarias para nosotros, porque nosotros también de alguna manera creemos que el cine puede transformar, puede informar, puede hacer pensar y debatir y hacernos reflexionar sobre las realidades latinoamericanas no solamente creemos que el cine es una industria sino un espacio de reflexión y de identidad para poder encontrarnos y pensarnos juntos y juntas”.
La mención honrosa del jurado en esta categoría fue para el trabajo del director Ignacio Pavez por su cinta “Vieja, viejo” por “el uso de narrativas complementarias y sugerentes y una gran actuación que logra reforzar la idea cinematográfica”, declaró el jurado. |