Recomendaciones para el cuidado de las mascotas afectadas por las inundaciones
Hipotermia, enfermedades digestivas e importantes cuadros de estrés son algunas de las consecuencias que nuestras mascotas pueden manifestar después de una emergencia como esta.
El sistema frontal de hace unos días dejó graves consecuencias en la zona centro sur de nuestro país. La crecida de varios ríos dejó más de 4.000 personas damnificadas, más de 10 mil personas aisladas y mucha infraestructura de conectividad destruida. Por esta razón, muchas familias tuvieron que evacuar, y de a poco están regresando a ver cómo quedaron sus casas. En este contexto, los animales también están sufriendo.
La imagen del gatito saltando de manera desesperada del techo de una casa al caudal del agua es una de las muchas historias de animales que está dejando esta emergencia en las regiones Metropolitana, de Valparaíso, de O´Higgins, del Maule, del Ñuble, del Biobío y de la Araucanía. Bomberos y Carabineros han rescatado un sinnúmero de animales durante todas estas jornadas, y también muchas familias han perdido a sus mascotas. Pero ¿cómo podemos cuidarlas después de esta tragedia?
Estos son fenómenos climáticos que hoy afectan a la zona centro sur de Chile, pero no hay que olvidar que también han estado presentes en el norte del país, siendo las consecuencias para la salud de las mascotas, las mismas. Por esto, el paso de las inundaciones, tras la salida del cauce de los ríos, no solo es peligroso por la gran masa de agua que arrasó con todo a su paso, sino que también ocasionará un importante problema sanitario por las enfermedades que pueden venir asociadas, tanto para las personas como para sus mascotas.
Como padres de mascotas debemos, a pesar de toda la situación de gravedad que se vive, estar atentos también a la salud de nuestros perros y gatos. La veterinaria y experta de Gabrica, Susana Salas, señala que “nuestras mascotas, al enfrentar estas situaciones como bajas temperaturas, podrían presentar sintomatologías en su mayoría respiratorias, como estornudos, gripe, descargas nasales, fiebre y algunos casos podrían presentar cuadros bronquiales o neumonías. Al consumir aguas contaminadas por las inundaciones, nuestras mascotas también podrían enfrentar cuadros digestivos como vómito y diarrea. Hablando del ámbito Etológico, son situaciones estresantes para las mascotas que pueden desencadenar cuadros de estrés y ansiedad, presentando temblores e inseguridad”.
Una de las consecuencias de estar en un ambiente extremadamente frío y húmedo es la hipotermia, la que se manifiesta con estornudos, y complicaciones respiratorias. “En los casos de hipotermia, debemos tratar de secar y retirar el exceso de agua de la mascota, tener mantas calientes y si contamos con un secador manual que ventile aire tibio. Si no contamos con este recurso, tener bolsas de agua caliente como compresas y colocarlas alrededor de la mascota para aumentar su temperatura corporal”, agrega Susana Salas de Gabrica.
Otra de las enfermedades que puede suscitarse después de esta tragedia es la leptospirosis, enfermedad provocada por una bacteria llamada Leptospira, y es posible que las personas y animales, al tener que transitar por barro, partes inundadas o donde hay aguas estancadas, puedan tomar contacto con esta bacteria. Esta se contrae cuando personas o animales toman contacto con agua o tierra que pueda contener orina u otros fluidos principalmente de roedores. En la mayoría de los casos, los síntomas comienzan entre 5 y 14 días posterior a entrar en contacto con la bacteria, pero el rango puede ir de 2 a 30 días, por lo que es muy difícil de diagnosticar. Los síntomas son fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, vómitos, diarrea, dolor abdominal e ictericia (coloración amarillenta en ojos y piel). Esto, porque los órganos más afectados son el hígado y los riñones. Además, aumenta de forma significativa el riesgo cuando se bebe agua o cuando se nada en aguas de inundación, ya sea porque se ingirió sin querer o porque se tiene alguna herida o rasguño por el que pueda ingresar la bacteria. También se puede adquirir como consecuencia de comer alimentos contaminados con estas aguas.
Es importante considerar que, posterior a grandes lluvias o inundaciones, todas las personas y animales que tengan contacto con esta agua o tierra, podrían enfermar de leptospirosis. En caso de tener que transitar por sectores con aguas estancadas, barriales, o sectores inundados, siempre debes utilizar ropa e indumentaria impermeable. Para prevenir la Leptospira debe preocuparse de vacunar anualmente a su perro contra esta bacteria, además de las precauciones antes mencionadas y, en caso de un posible contagio, comuníquese inmediatamente con un médico, quien lo ayudará con su tratamiento.
Debes tener cuidado con tu gato, ya que aún no existe vacuna de prevención. Se recomienda realizar visitas periódicas al veterinario, en especial si acudiste con tu gatito a lugares como los descritos.
Asimismo, las inundaciones han dejado mucho barro por todas las partes donde avanzó el agua, tanto lugares urbanos como rurales, en este caso, la veterinaria de Gabrica indica que, “si nuestra mascota no presenta sensibilidades de piel, no sería una situación muy preocupante a menos que el barro se encuentre obstruyendo vías respiratorias, dentro de ojos y/o canal auditivo, o se encuentre contaminado con alguna sustancia irritante para la piel de la mascota. Se debe retirar el exceso de barro para evitar que este genere más hipotermia, y que llegue a irritar la piel, también asegurarnos que las vías respiratorias, y orificios del canal auditivo y ojos se encuentren despejados de este material”.
Es importante que ante todas estas alertas que puedas presentar tanto nuestros gatos como perros, “si observamos síntomas respiratorios, como tos estornudos irritación de la piel debemos prioritariamente acercar a nuestra mascota a un centro veterinario o clínica para que sea examinado por expertos, como padres de mascota se le recomienda ofrecer mantas calientes y resguardarlos del frío”.
No sólo el frío, la humedad, el barro o la falta de agua puede afectar a nuestras mascotas, ya que si para las personas esta vivencia es traumática, para nuestras mascotas también lo es. La veterinaria Susana Salas recomienda en estos casos que “inicialmente hay que tratar de ser amables con las mascotas y no maltratarlos, ofrecer agua y alimento fresco. No tenerlos todos en un mismo lugar para evitar propagación de enfermedades. Para ayudar a disminuir la ansiedad y estrés, podemos apoyarnos con esencias florales y se puede complementar con el uso de feromonas, para ayudar a disminuir los ataques de estrés de la mascota, o las ganas de querer regresar de forma desesperada a sus hogares”.
Finalmente, nuestra experta de Gabrica aconseja que, en esta lamentable situación, lo primero es poder mantener la calma. Tratar de refugiarse en lugares secos y altos donde no alcance a llegar el agua de las inundaciones, contacto con el Municipio correspondiente y aprovechar los albergues disponibles. No consumir agua de las inundaciones, solamente agua potable. Mantener a nuestra mascota identificada con un collar o correa para evitar que se extravíe en medio de este contexto, y si nuestro gato o perro presenta sintomatología respiratoria o digestiva, llevar a un centro veterinario a la brevedad.