- Un hito del siglo XX, tal como la llegada del hombre a la Luna, el nacimiento de Louise Brown el 25 de julio de 1978 marcó el despegue definitivo de la investigación en Reproducción Asistida.
- En IVI, la efectividad de la FIV se respalda con cifras: 64,6% al primer intento; 85% en el segundo, y 92% en el tercer y último ciclo.
El nacimiento de la inglesa Louise Brown, la primera bebé probeta, hace 45 años, marcó un antes y un después en materia de Reproducción Asistida. Los científicos británicos Patrick Steptoe y Robert Edwards, llamados “Padres de la Fertilización In Vitro (FIV)”, traspasaron la barrera de lo imposible convirtiendo en realidad los sueños de muchas parejas infértiles que deseaban convertirse en padres biológicos. A nivel mundial, desde 1978 a la fecha han nacido más de 8 millones de bebés mediante este procedimiento. Y este hito que revolucionó la ciencia le significó, recién el 2010, el Premio Nobel de Fisiología y Medicina a Edwards.
¿Cuál es la realidad en nuestro país? El doctor Carlos Troncoso es director de IVI Santiago, que pertenece a IVI, el mayor grupo de Reproducción Asistida del mundo, con más de 65 clínicas en 11 países tras su fusión con la americana RMANJ. En Chile llevan 16 años, “tiempo en el que hemos visto nacer más de 3.000 bebés a través de distintos tratamientos de Reproducción Asistida, siendo la Fecundación In Vitro (FIV) uno de los más frecuentes. Este procedimiento implica la utilización de óvulos propios y tiene buenas tasas de efectividad. Según nuestra data, en el primer intento hay un 64,6% de posibilidades de lograr la maternidad; en el segundo, un 85% y en el tercer y último intento, un 92%”, explica.
Con una tasa de infertilidad a nivel nacional que bordea el 15%, IVI Santiago destaca por contar con los últimos avances e investigación en materia de Reproducción Asistida, con diferentes opciones y tratamientos tanto para parejas como mujeres solas que quieren ser madres.
“La vitrificación de óvulos, por ejemplo, que en Chile aumentó un 18% en el rango 30-34 años, es el primer paso para que las mujeres que desean posponer la maternidad por razones profesionales o personales, mantengan la calidad, características y edad cronológica que tenían sus óvulos al momento de ser extraídos”, señala el director de IVI Santiago. Los ovocitos son tratados con sustancias crioprotectoras y sumergidos en nitrógeno líquido a -196°C, con la finalidad de postergar la facultad reproductiva de una mujer por el tiempo que estime conveniente, sin reducir la capacidad de concepción y con las mismas posibilidades de embarazo.
Otro tratamiento es la Ovodonación, al que en general recurren mujeres en edad materna avanzada -sobre los 40 años-, o bien como consecuencia de algún tratamiento que debilitó la capacidad reproductora, como pueden ser las quimioterapias. En este caso de reproducción asistida el óvulo proviene de una donante anónima, el cual puede ser inseminado por espermatozoides de la pareja, o también de un banco de espermios. Una vez fecundados en el laboratorio FIV, son transferidos al útero de la paciente.
Tecnología en la Reproducción Asistida
Las pacientes de IVI también puede recurrir al Perfect Match 360°, un sistema innovador utilizado en el tratamiento de ovodonación, que garantiza la asignación de la donante de óvulos más adecuada atendiendo a criterios fenotípicos (características físicas como la etnia, color de ojos, altura o grupo sanguíneo, entre otros), biométricos (Scan facial con Inteligencia Artificial que analiza 12.000 distancias biométricas tanto de la donante como de la paciente, para maximizar el parecido) y un completo análisis genético (detección de más de 600 enfermedades genéticas).
El Embryoscope es un avance tecnológico que en nuestro país sólo se encuentra en IVI Santiago. ¿De qué se trata? Es un incubador que proporciona un registro de imágenes y videos del futuro bebé desde sus inicios biológicos, tecnología con Inteligencia Artificial que permite ver en tiempo real la división celular del embrión, capturando de este modo instantes del inicio de la vida. Una de las principales ventajas es que mejora las condiciones de cultivo y reduce la manipulación del embrión, ya que ofrece la posibilidad de describir las características morfológicas sin necesidad de sacar los embriones de las condiciones optimas de gas y temperatura del incubador, reduciendo el estrés ambiental experimentado por el embrión, lo que se traduce en tasas de gestación más alta.
También en IVI Santiago están los CBS, tanques de almacenaje de muestras criopreservadas de última generación únicos en el país en medicina reproductiva, donde se almacenan óvulos y embriones de pacientes y donantes de forma muy segura, gracias a su computador integrado que monitorea 24/7 las condiciones de temperatura y nivel de nitrógeno líquido. Su gran capacidad de almacenaje convierte a IVI en la clínica con el banco de óvulos más grande del país.