Sernapesca inició coordinación con organismos públicos y privados ante eventuales contingencias por la presencia del fenómeno El Niño
El Niño, corresponde a la fase cálida de un fenómeno global de interacción del océano con la atmósfera que ocurre en la región del Océano Pacífico tropical, cuyas consecuencias se extienden hacia otras regiones del planeta como América del Sur, alcanzado inclusive las costas de nuestro país. Para este año, este fenómeno climático comenzó a manifestarse bajo la línea del Ecuador a partir de febrero y desde mayo sus efectos se evidenciaron en la costa norte de Chile mediante cambios en la distribución espacial del recurso anchoveta.
«Según lo indicado por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) basado en el panel de diagnóstico de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) y los modelos de pronóstico, El Niño se intensificará en los meses de primavera, proyectándose hasta inicios del verano en el hemisferio sur lo que podría generar, entre otros, que los cardúmenes de peces se desplacen a otras zonas, o que por falta de oxígeno varen especies pelágicas, también que se originen floraciones algales nocivas (FAN), las que a su vez pueden gatillar mortalidades de recursos pesqueros y acuícolas de forma masiva» señaló la directora nacional de Sernapesca, Soledad Tapia.
En este marco Sernapesca inició una serie de coordinaciones de manera preventiva y proactiva. “Hemos convocado a organismos del Comité Interinstitucional de Contingencias Ambientales que componen Subpesca, Superintendencia de Medio Ambiente, Ministerio de Salud, la Armada, el Ministerio de Medio Ambiente, SENAPRED, entre otros, y también hemos articulado un trabajo de corresponsabilidad con las empresas privadas para que ajusten sus procedimientos y protocolos de contingencias”, agregó Tapia.
Los entes involucrados comenzaron un trabajo conjunto que contempla simulaciones documentales y también realizar simulacros de planes de emergencia. Además, se realizarán talleres en regiones de la macrozona sur austral para una sensibilización que permita que la comunidad estar al tanto del fenómeno del niño y los impactos ambientales que este puede traer.
El Niño, corresponde a la fase cálida de un fenómeno global de interacción del océano con la atmósfera que ocurre en la región del Océano Pacífico tropical, cuyas consecuencias se extienden hacia otras regiones del planeta como América del Sur, alcanzado inclusive las costas de nuestro país. Para este año, este fenómeno climático comenzó a manifestarse bajo la línea del Ecuador a partir de febrero y desde mayo sus efectos se evidenciaron en la costa norte de Chile mediante cambios en la distribución espacial del recurso anchoveta.
«Según lo indicado por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) basado en el panel de diagnóstico de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) y los modelos de pronóstico, El Niño se intensificará en los meses de primavera, proyectándose hasta inicios del verano en el hemisferio sur lo que podría generar, entre otros, que los cardúmenes de peces se desplacen a otras zonas, o que por falta de oxígeno varen especies pelágicas, también que se originen floraciones algales nocivas (FAN), las que a su vez pueden gatillar mortalidades de recursos pesqueros y acuícolas de forma masiva» señaló la directora nacional de Sernapesca, Soledad Tapia.
En este marco Sernapesca inició una serie de coordinaciones de manera preventiva y proactiva. “Hemos convocado a organismos del Comité Interinstitucional de Contingencias Ambientales que componen Subpesca, Superintendencia de Medio Ambiente, Ministerio de Salud, la Armada, el Ministerio de Medio Ambiente, SENAPRED, entre otros, y también hemos articulado un trabajo de corresponsabilidad con las empresas privadas para que ajusten sus procedimientos y protocolos de contingencias”, agregó Tapia.
Los entes involucrados comenzaron un trabajo conjunto que contempla simulaciones documentales y también realizar simulacros de planes de emergencia. Además, se realizarán talleres en regiones de la macrozona sur austral para una sensibilización que permita que la comunidad estar al tanto del fenómeno del niño y los impactos ambientales que este puede traer.