Cerca de 537 millones de personas en el mundo viven con esta enfermedad, según la Federación Internacional de Diabetes: es decir, uno de cada once personas tiene que lidiar con esta enfermedad que genera concentraciones de glucosa en la sangre.
La enfermería desempeña un papel vital en el manejo de la diabetes, una enfermedad crónica que afecta a más de dos millones de chilenos y se estima que su prevalencia seguirá subiendo. Estos profesionales de la salud proporcionan educación, apoyo y atención a los pacientes con diabetes, ayudándoles a controlar su nivel de azúcar en sangre y prevenir complicaciones.
“La diabetes es una enfermedad crónica que altera la gestión de la energía en el cuerpo. La glucosa, el principal combustible de las células, no puede entrar a las células sin la ayuda de una hormona llamada insulina. La insulina es producida por el páncreas, pero puede no producirse en cantidades suficientes (diabetes tipo 1) o las células pueden no responder a la insulina (diabetes tipo 2)”, explica Fernando Matamala, enfermero de Grupo Medical.
Las enfermeras educan a los pacientes sobre la diabetes, incluyendo cómo controlar su nivel de azúcar en sangre que pueden ayudar a prevenir complicaciones, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, ceguera, insuficiencia renal y amputaciones.
También proporcionan información en qué alimentos comer y qué medicamentos tomar, además de entregar apoyo emocional y práctico a los pacientes, ayudándoles a adaptarse a su nueva condición.
Respecto al rol de la enfermería, Fernando Matamala, agrega que “en todos los casos, la diabetes traerá consigo lineamientos que requieren educación de calidad y seguimiento, con el objetivo de establecer un cambio de estilo de vida y, según la estrategia que tenga su médico de cabecera, tomando en cuenta la respuesta fisiológica de cada persona y el uso de los fármacos hipoglucemiantes”.
BUENOS HÁBITOS PARA PREVENIR DIABETES
Alimentación óptima: Privilegiar una dieta rica en verduras y frutas, baja en alimentos procesados. A su vez disminuir el consumo de hidratos de carbono, de sal y de grasas saturadas; prefiriendo pescados y alimentos ricos en fibra.
Actividad física: Realizar un mínimo de 30 minutos de actividad física diaria, procuran-do constancia en las rutinas, de esta forma el ejercicio pasará a ser un hábito más en la vida de quienes deseen mejorar su calidad de vida.
Abandonar el tabaquismo: Evitar el consumo de tabaco, ya que está comprobada su incidencia como factor en la aparición de la diabetes. Un hábito que se puede complementar con la reducción en el consumo de alcohol.
La prevención es clave! un examen anual siempre es importante. Si sufres de presión arterial alta o tienes un nivel elevado de colesterol y , sobre todo, si tienes antecedentes de padres diabéticos, deberás hacerte las pruebas necesarias para detectar esta enfermedad oportunamente.