Se trata de una actividad priorizada por las comunidades, en el marco de la implementación del Programa Territorial Integrado Iglesias Patrimoniales de Chiloé, liderado por Corfo Los Lagos.
Encargados de aperturas de iglesias y de oficinas de información turística junto a emprendedores y microempresarios de Dalcahue y Puqueldón, se capacitaron como anfitriones turísticos en torno a los templos chilotes, profundizando sus conocimientos para mejorar la atención a los visitantes ávidos de aprender sobre la singular construcción de estos patrimonios arquitectónicos y su intrínseco vínculo con las comunidades en donde están insertas.
La iniciativa se enmarca en la hoja de ruta del Programa Territorial Integrado (PTI) Iglesias Patrimoniales de Chiloé y se desarrolló en colaboración con los municipios de Dalcahue y Puqueldón, a objeto de optimizar los estándares de calidad, empoderar a los anfitriones turísticos en su rol y potenciar la gestión turística en relación al Sitio Patrimonio Mundial Iglesias de Chiloé.
El director regional de Corfo Los Lagos, Gabriel Pérez, señaló que “desarrollar las competencias de los anfitriones de Chiloé es un elemento clave en el desarrollo turístico del archipiélago ya que mejora la experiencia global de los visitantes y, particularmente, de aquellos que llegan a las Iglesias Patrimoniales. Hoy a través de Corfo y el Programa Territorial Integrado Iglesias de Chiloé buscamos coordinar esfuerzos para promover este valioso patrimonio cultural, compartir historias, leyendas y detalles sobre la construcción y la arquitectura única de estas iglesias, poniendo en realce el patrimonio material e inmaterial del archipiélago. Sabemos que el turismo puede ser una fuente importante de ingresos para las comunidades locales y capacitar a los anfitriones turísticos ayuda a crear empleos directos e indirectos, generando ingresos y fortaleciendo la economía local. El turismo bien gestionado puede impulsar el desarrollo sostenible de pequeños negocios locales, donde contar con personal bien capacitado es la mejor campaña de promoción que puede haber para el destino”.
Para Luis Loaiza, responsable de abrir la Iglesia San Juan Bautista en la localidad costera de San Juan (comuna de Dalcahue), el curso le permitirá brindar una mejor atención a los turistas, detallando que “yo estuve en la temporada anterior y tengo conocimiento de cómo tratar con la gente, con autoridades. Siempre la diplomacia y respeto, ante todo. Yo los recibo como corresponde, les damos la bienvenida, conversamos, les comparto mi conocimiento de los procesos de la iglesia porque yo vivo hace años en San Juan y conozco bastante de su historia, y los turistas se van muy contentos”.
Chiloé, potencia turística
Los anfitriones se constituyen como embajadores de las iglesias compartiendo elementos relevantes sobre el proceso constructivo de los templos y la devoción de su gente, transmitiendo el respeto por el patrimonio material e inmaterial chilote; de ahí que estar capacitados y manejar habilidades blandas es crucial para otorgar una grata experiencia a los visitantes. Amanda Aro, fiscala de la Iglesia Natividad de María del sector rural de Ichuac (comuna de Puqueldón), destacó la participación de miembros de la comunidad en esta actividad mientras esperan la aprobación de recursos para la reparación de su capilla construida en 1880 con maderas de ciprés, coigüe y alerce.
”Las anfitrionas que reciben a los turistas, se les capacitó y se habló de la amabilidad que necesitan las personas que vienen de visita, cómo dar recibimiento; de acuerdo a lo que ellos preguntan, se les da las respuestas. Hay un recorrido por la capilla, ven las imágenes, nos consultan de qué fecha está construido el templo, cómo son las tradiciones y las misas”, detalló la fiscala Aro acerca de las principales inquietudes que formulan los visitantes.