Loretto Rodríguez Rivas
Académico de Obstetricia
Universidad San Sebastián Sede De la Patagonia
Hace sólo un par de días se conmemoró el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Cervicouterino, instancia apropiada para concientizar a la población sobre la importancia de realizar promoción, pesquisa, y tratamiento oportuno para esta “silenciosa” enfermedad.
A pesar de que el cáncer cervicouterino es una de las enfermedades malignas más prevenibles y tratables, a nivel mundial es la cuarta neoplasia más común entre las mujeres, especialmente en áreas con recursos limitados y con bajo acceso a la educación y a los servicios de salud.
En cuanto a sus principales causas, el 99% de los casos de cáncer cervicouterino se relacionan con el virus del papiloma humano (VPH), el que se adquiere mayoritariamente por relaciones sexuales sin protección. Mantener conductas de riesgo como inicio de actividad sexual temprana, múltiples parejas sexuales o no usar métodos de barrera que eviten la transmisión del VPH ayudan a contraer la enfermedad que, además, no genera síntomas en etapas precoces; es un enemigo silente, el cual puede pasar años sin que se manifieste de forma clara.
Se estima que cada año se diagnostican alrededor de 570 mil nuevos casos de cáncer cervicouterino y que aproximadamente 311 mil mujeres fallecen a causa de esta enfermedad. Se ha transformado en un problema de salud pública importante que requiere abordar medidas estratégicas entre varios componentes como lo son la educación, el acceso a las vacunas, el control preventivo y el acceso al tratamiento oportuno.
En Chile, el Ministerio de Salud estima que el cáncer cervicouterino es una de las principales causas de muerte en mujeres, es por ello que se han implementado campañas de concientización, ampliando la cobertura de vacunación contra el virus papiloma humano e incentivando las campañas de tamizaje y tratamiento temprano y oportuno.
Es crucial que nuestras mujeres se concienticen acerca del tema y el potencial riesgo que esta enfermedad conlleva para su salud. Como matronas y matrones resulta fundamental nuestro trabajo en el ámbito de la educación y el acceso a las campañas de detección, donde la citología cervical (Papanicolau) se transforma en una herramienta importante en la reducción del número de muertes, ya que permite una pesquisa y tratamiento oportuno en etapas tempranas de la enfermedad, lo que se traduce a su vez en mejores tasas de supervivencia y de impacto.