Según la Federación Mundial de la Obesidad, se espera que en el 2035 haya más de 4 mil millones de personas con obesidad y sobrepeso en el mundo, lo que será equivalente a más del 50% de la población global[2]. Estas estadísticas resaltan la necesidad de que los pacientes con esta condición reciban atención médica adecuada para evitar complicaciones graves y mejorar su calidad de vida, y para preservar la sostenibilidad del sistema de salud.
Según especialistas en cirugía bariátrica, se sigue subestimando el impacto de la obesidad en las estrategias globales de salud, porque se considera más como un factor de riesgo para las enfermedades no transmisibles, que como una condición por sí misma. Esta falta de reconocimiento es muy perjudicial, ya que a menudo se retrasa el tratamiento oportuno, lo que conlleva la aparición de complicaciones adicionales, como la diabetes, la hipertensión, los problemas cardíacos, los accidentes cerebrovasculares (ACV), el cáncer e incluso la muerte súbita[3].
El Dr. Rodrigo Muñoz, cirujano digestivo bariátrico y presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica (SCCBM), destaca que es hora de eliminar el estigma y estereotipo que rodea la obesidad mórbida, y tratarla como la grave enfermedad que es. “Debemos desafiar el prejuicio de que los pacientes con obesidad sean simplemente vistos como personas carentes de fuerza de voluntad o disciplina. Por más intentos que realicen, existen una serie de mecanismos fisiológicos que obstaculizan la pérdida de grasa corporal, lo que dificulta enormemente su capacidad para recuperar un peso saludable de manera natural”, señala.
Asimismo, el experto agrega que los efectos genéticos heredados y el entorno intrauterino interactúan en el feto en crecimiento para programar vías que conducen a problemas en el futuro: “Durante el embarazo, el metabolismo materno se ve alterado en mujeres con obesidad, lo que resulta en hijos con un mayor porcentaje de grasa corporal y resistencia a la insulina. Por tanto, comprender estos factores es crucial, para hacer un abordaje asertivo de cada caso”.
En relación a los tratamientos para afrontar la obesidad, el especialista acota que el más eficaz para el control del peso y de las enfermedades asociadas a la obesidad, es la cirugía bariátrica. “Hoy disponemos de una amplia evidencia científica que demuestra que los beneficios de esta cirugía sobrepasan largamente los riesgos o efectos adversos, ayudando a mejorar la calidad de vida de los pacientes, y aumentado de forma significativa su esperanza de vida al disminuir la mortalidad por otras patologías asociadas. Pero para obtener buenos resultados, es clave realizar una selección adecuada de los pacientes que se someterán a ella, que la preparación para la cirugía sea llevada a cabo por equipos multidisciplinarios, y que tanto los tratamientos médicos como quirúrgicos sean realizados por profesionales acreditados y con experiencia”, agrega Muñoz.
Hoy la enfermedad ha alcanzado rango de pandemia, debido a los altos índices que existen en todo el mundo. En Chile, la obesidad y el sobrepeso en adultos han experimentado un aumento significativo en los últimos años. Según datos de la SCCBM, 7 millones de chilenos sufren de obesidad y más de 600 mil de ellos viven con obesidad mórbida[4]. Y para 2035, se estima que alrededor del 43% de los adultos chilenos serán obesos.
Para el Dr. Jorge Harraca, presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad y Enfermedad Metabólica (SACO), es urgente un cambio de paradigma en la forma en que la sociedad y la comunidad médica abordan la obesidad. «Es necesario comprender que la obesidad no se reduce simplemente a una falta de voluntad o disciplina; es una enfermedad sistémica, es decir, afecta todo el organismo, incluyendo los mecanismos neurológicos relacionados con la saciedad y el metabolismo. En muchos casos, los pacientes desarrollan obesidad mórbida debido a una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida».
El Dr. Luciano Poggi, miembro de la directiva de la Asociación Peruana de Cirugía y Enfermedades Metabólicas (APCBEM), señala que se trata de una enfermedad compleja que requiere un tratamiento adecuado. “Solo el 5% de los pacientes con obesidad mórbida podrán reducir su grasa corporal sin intervención especializada. Por ello, es importante que reciban atención médica y sean tratados por profesionales en distintas áreas, de manera oportuna y adecuada.”
En esa línea, el especialista advierte sobre la urgencia de tomar acciones inmediatas y decididas en el control de los casos. “Algo que no se ha comprendido cabalmente es que los pacientes están en riesgo de complicaciones muy graves, que deterioran su bienestar y ponen en riesgo su vida. Pero, además, este riesgo es innecesario porque hoy contamos con muchas herramientas terapéuticas y tecnología innovadora, como la cirugía bariátrica, que ha demostrado ser el tratamiento más eficaz para la pérdida y el mantenimiento de peso en el largo plazo. Es crucial que los pacientes reciban un seguimiento continuo por parte de un equipo multidisciplinario para asegurar resultados óptimos y mejorar su calidad de vida.”
Los especialistas en cirugía bariátrica coinciden en la necesidad de un compromiso multisectorial para asegurar que los profesionales estén debidamente capacitados y equipados en el manejo de la obesidad. Además, se destaca la importancia de recopilar datos sobre la prevalencia de enfermedades para garantizar la priorización y provisión adecuada de atención. Esto puede lograrse a través de encuestas y/o vigilancia nacional para el monitoreo de la salud.