Entre aplausos fue despedida la fiscal judicial de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, Mirta Zurita Gajardo, en su último día de funciones presenciales en el tribunal de alzada, próxima a cumplir la edad legal para ejercer el cargo.
En la ocasión, que coincidió con la ceremonia de Inauguración del Año Judicial, ministros, abogados integrantes, relatores y funcionarios del tribunal de alzada brindaron una emotiva despedida a quien se desempeñó durante 20 años en la Fiscalía del tribunal de alzada (desde septiembre de 2003) y por más de 37 años en el Poder Judicial.
“Ya estoy próxima a retirarme, en la edad que establece la Constitución y la impresión que tengo de mi carrera en el Poder Judicial o lo que me queda de ella, es solamente gratitud, por haber trabajado tantos años, por lo que aprendí, he sido protagonista y a la vez he tenido que trabajar con todas las reformas procesales”, manifestó.
“Empecé en el sistema antiguo –continuó– y hubo una gran transformación que sigue habiendo en el Poder Judicial con los procedimientos, así que ha sido una etapa, una vida que ha pasado rápidamente, velozmente, a raíz de todos esos cambios y que afortunadamente con el apoyo de todos, el trabajo de todos, la capacitación que nos ha dado el Poder Judicial, la colaboración de los funcionarios y de todos en general, ha hecho posible que pudiera llegar hasta acá, sin haberse visto afectada mi salud, como en muchos casos sucede con los cambios trascendentes en el trabajo”.
AGRADECIMIENTOS
La fiscal judicial, además, expresó su agradecimiento y destacó el ambiente laboral. “Estoy muy agradecida del Poder Judicial, de la gente que trabaja ahí, de los que han trabajado conmigo, que siempre me han colaborado, siempre aquí en esta región con muy buen trato, en un ambiente también casi familiar y de camaradería, de apoyo, solidaridad, que espero se mantenga”, señaló.
Asimismo, motivó a quienes continuarán en funciones a estar siempre actualizados en las distintas materias. “No se debe dejar de estudiar, el derecho es una materia que está en constante evolución, porque así como la vida va cambiando, las conductas de las personas van cambiado, las formas de vida, los nuevos sistemas de trabajo, todo va evolucionando y todo eso tiene una regulación que está dada también en las leyes y para eso se requiere gente estudiosa, o sea, jueces y personal, porque también el personal es un apoyo sustancial”.
“Les recomiendo siempre estudiar y mantener esa impronta de una conducta proba, de pensar siempre en que nuestro trabajo está satisfaciendo o solucionando los conflictos entre personas y esos conflictos son familiares, penales, civiles; detrás de cada proceso hay gente que espera justicia y les recomiendo siempre poner el mejor esfuerzo en estudiar, para responder prontamente a la solución de los conflictos de las personas”, agregó.
Con respecto a esta nueva etapa de jubilación que pronto iniciará, indicó: “Como dice, es una palabra que viene de júbilo, o sea, espero disfrutar o hacer cosas que antes no pude hacer, porque el trabajo es muy demandante, muy exigente. Espero compartir con mi familia, poder estar con mis hijos y fundamentalmente dedicarme también a mi marido que está enfermo, acompañarlo y cuidarlo”, indicó.
Finalmente, contó que se dedicará a leer “todas esas novelas que no he leído y hacer todo lo que no pude hacer antes, cuidarme y tratar de llevar una vida sana como hasta aquí ha sido, para disfrutar lo máximo que pueda en lo que me queda de tiempo de vida”.
TRAYECTORIA
Mirta Zurita Gajardo ingresó al Poder Judicial en septiembre de 1986, como secretaria del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Antofagasta. En 1989 asumió como secretaria del Segundo Juzgado del Crimen de esa ciudad y en 1990, como secretaria de la Corte de Apelaciones de Antofagasta.
En 1992 fue nombrada jueza del Juzgado del Trabajo de Antofagasta y en 1997, jueza del Segundo Juzgado del Crimen de la ciudad. En 2002 asumió como jueza del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta.
En septiembre de 2003 fue nombrada fiscal judicial de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, un cargo auxiliar de la administración de justicia que depende jerárquicamente del fiscal de la Corte Suprema y tiene rango de ministro de Corte de Apelaciones.
Fue la quinta fiscal judicial en la historia de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt y desde su llegada, además de sus funciones, le correspondió integrar salas, especialmente para el funcionamiento de la Segunda Sala Extraordinaria implementada desde el año 1992.
El próximo 22 de abril cesará en funciones, al cumplir la edad legal para ejercer el cargo en el Poder Judicial.