- La enfermedad periodontal afecta las encías y los tejidos que sostienen los dientes. Se ha demostrado que el tabaquismo es un importante factor de riesgo. En este día Mundial sin Tabaco conozca cómo actúa el tabaco y el humo en la salud bucal y cómo mitigar sus daños.
Dentro de las enfermedades bucales más prevalentes en la población mundial se encuentran la enfermedad de caries y las enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis.
La enfermedad periodontal abarca un espectro de trastornos que van desde la gingivitis, que implica inflamación de las encías, hasta la periodontitis, que afecta los tejidos de soporte del diente. Se estima que afecta a un 15% la población adulta. En Chile, desde el Ministerio de Salud y otros estudios locales, indican que del 30 al 50% de la población adulta padece algún grado de periodontitis.
La periodoncista y académica de Odontología de la Universidad San Sebastián Carolina Oviedo señala que son variados los factores que desencadenan la periodontitis, entre ellos, el más recurrente el consumo del tabaco.
“Los factores para que se desarrolle esta enfermedad son variados, se ha demostrado que el tabaquismo es un importante factor de riesgo, porque el humo del tabaco contiene una variedad de productos químicos tóxicos que pueden dañar las encías y debilitar el sistema inmunológico oral, lo que dificulta la capacidad del cuerpo para combatir la infección bacteriana en la boca”, sostiene la especialista.
El impacto del tabaquismo en la salud dental
Según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) aproximadamente el 34,4% de la población mayor de 15 años es fumador activo.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado la importancia de desalentar el consumo de tabaco como una medida preventiva clave para reducir el riesgo de enfermedad periodontal y mejorar la salud bucal en general. Además, promueve programas de prevención y educación que incluyen información sobre los efectos nocivos del tabaquismo en la salud bucal y en la salud en general”, señaló la académica Carolina Oviedo.
Los efectos que produce el tabaco son tanto a nivel sistémico como local, entre estos se cuentan la vasoconstricción que afecta la irrigación de los tejidos periodontales, disminuye la respuesta inmune y retarda la cicatrización. El humo del cigarro por su parte genera una serie de efectos locales en los tejidos periodontales como la disminución de oxígeno y el aumento del calor local.
“Estos efectos son dosis dependientes, es decir, mientras mayor el consumo de tabaco, mayor el daño a los tejidos periodontales, más severa la periodontitis y una respuesta menor al tratamiento”, concluyó la académica de la USS Carolina Oviedo.
En general, Oviedo señala que “no existe evidencia de una cantidad de años de consumo a los cuales se ven los efectos del tabaco, lo que sí se sabe es que mientras más años y más cigarros se consuman la severidad de la enfermedad es mayor”.
Respecto al tratamiento de las enfermedades periodontales, la especialista firma que consiste en “la eliminación del biofilm (placa bacteriana) que se encuentra tanto sobre como bajo la encía. El tratamiento tiene dos componentes importantes: el manejo profesional del biofilm y el personal, como el buen cepillado, el uso de un cepillo adecuado y la higiene de los espacios interproximales mediante seda o hilo dental”.
Cabe destacar que la periodontitis es una enfermedad crónica, por lo tanto, los pacientes que la padecen deben acudir a sesiones de mantenimiento periodontal 3 a 4 veces al año según estime su odontólogo tratante.