* Con ello la carrera comienza una primera etapa de titulaciones de la primera generación estudiantes que completaron su formación en el tiempo correspondiente.
El 17 de junio pasado en la Casa de la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral de Chile, Sede Puerto Montt, ubicada en el Campus Costanera, se desarrolló exitosamente el primer examen de título de Arqueología actividad que marca el inicio de una nueva etapa con el egreso y titulación de la primera generación de estudiantes que ingresó a esta carrera profesional en 2019.
El primer titulado es Bayron Soto Gallardo, quien luego de defender exitosamente la Tesis: “Análisis Tafonómico de las Piezas Líticas del Sitio Katterfeld, Valle del Río Ñirehuao, Región de Aysén. Estabilidad y Exposición Superficial del Material Lítico”, obtuvo el Título de Arqueólogo por la Universidad Austral de Chile.
La defensa de tesis fue presidida por la Vicerrectora de la Sede Puerto Montt Dra. Marcela Astorga Opazo y, como ministro de fe, el Dr. Simón Urbina, Director de la Escuela de Arqueología, y como parte de la comisión evaluadora el Dr. Robert Carracedo Recasens (Profesor guía, Escuela de Arqueología UACh), César Méndez Melgar (Profesor co-guía, CIEP) y la Dra. Amalia Nuevo Delaunay (CIEP). La investigación fue financiada por los proyectos ANID-FONDECYT 1210042 “Exploradores en Aisén continental: una evaluación de las discontinuidades arqueológicas en el tiempo y el espacio” y ANID regional R20F0002.
El material lítico (de piedra) estudiado por el ahora egresado de Arqueología, Bayron Soto, desde su práctica profesional, se encuentra en el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), en la ciudad de Coyhaique. El Sitio Katterfeld, corresponde a un sitio arqueológico de muy difícil acceso en la Patagonia, el que no pudo conocer directamente en su estadía en CIEP, ya que éste solo está libre de nieve durante el verano (menos de 3 meses), principalmente por la altitud en que se encuentra (sobre 1.300 metros sobre el nivel del mar) y donde el fuerte viento es constante durante todo el año. Durante esta estadía en el CIEP analizó los materiales líticos recolectados en la campaña realizada en el verano de 2023, ese trabajo lo realizó entre los meses de mayo y junio de ese mismo año, que complementado con el tiempo de investigación bibliográfico y la escritura de la tesis, tardó un año.
Respecto al equipo de investigadores con el que trabajó, destacó el egresado que: “El equipo de arqueología del CIEP fue parte fundamental de mi trabajo al momento de resolver dudas en cuanto a los materiales líticos que estaba revisando y darme acceso a dichos materiales para que los pueda analizar. Me recibieron muy bien durante todo el tiempo que pasé con ellos y siempre estuvieron disponibles para resolver cualquier duda que tuviera (tanto César, Amalia, Camila, y el resto del equipo). Sobre todo, César Méndez (profesor tutor), con quien trabajé para escribir mi metodología de análisis y definir los aspectos técnicos que iba a investigar en las piezas durante mi tiempo en el CIEP.”
El primer arqueólogo en la historia de la UACh es originario de Puerto Varas, actualmente reside por temas laborales en Santiago. Su formación escolar se inicia en el Colegio Grupo Escolar desde los 6 años, y la educación media en el Liceo Pedro Aguirre Cerda, ambos establecimientos de Puerto Varas.
Según lo que indica respecto a su futuro profesional, Bayron se proyecta “trabajando algunos años en diferentes zonas del país, ya sea prospectando, en campañas de excavaciones, trabajando de planta en alguna consultora; y probablemente me inserte un tiempo en el ámbito de la conservación de los materiales arqueológicos, sobre todo estudiar durante un par de años sobre el tema, ya que igual era y es un tema de interés desde mi tiempo como estudiante en la carrera, sobre todo por la motivación que nos daba la Dr. Cecilia Lemp durante los años que trabajo como profesora y conservadora del Laboratorio de Conservación de la Patagonia de la Escuela de Arqueología”.
En cuanto a la especialización indicó que se ve “en algún área como la tafonomía lítica, ya que no es un tema muy estudiado en la zona y en el territorio nacional, además de ser de interés personal luego de realizar la tesis, viendo el potencial que estos estudios tienen para comprender el contexto ambiental y ocupacional del sitio por parte de los grupos humanos del pasado”.
Respecto al cuerpo académico de la Carrera, siendo el primer titulado de la primera generación (2019) su opinión es relevante, destacó que “durante el tiempo que estuve en la carrera, las y los profesores fueron cercanos al momento de recibirnos como primera generación, explicando lo básico durante nuestro comienzo y siempre abiertos a recibir cualquier tipo de preguntas en torno a lo académico y también entregarnos consejos ya en el ámbito personal. Si bien hubo complicaciones por la comprensible inexperiencia que teníamos todos en general en cuanto a cómo desarrollar la carrera de Arqueología, pienso que durante los años logramos establecer una base sólida, tanto académica como estudiantil dentro de la Escuela, lo cual se ve y se verá reflejado durante nuestra generación y las futuras generaciones que egresarán prontamente de la carrera. Por último, pienso que el futuro de la carrera de Arqueología en nuestra escuela será próspero, en tanto se continúe con una correcta dirección de la escuela, la siempre disponibilidad de los profesores y continuar con el compañerismo estable, tanto dentro como entre las diferentes generaciones de estudiantes. Solo entre todos logramos y continuaremos logrando hacer escuela, priorizando, sobre todo, la comunicación entre estudiantes y profesores”.
La tesis vinculada a la investigación de Patagonia Occidental
El Profesor Guía de tesis, Robert Carracedo Recasens, trabaja actualmente en la Universidad Autónoma de Barcelona, comentó sobre la reciente investigación realizada por el primer egresado de la UACh que “presenta una valiosa contribución al campo arqueológico, especialmente en la Patagonia occidental, donde los estudios sobre palimpsestos líticos al aire libre y los estudios tafonómicos sobre material lítico son escasos. La tesis destaca por su enfoque innovador, utilizando análisis cualitativos y cuantitativos en un área y temática poco exploradas arqueológicamente. Este trabajo propone y valida nuevas formas de aproximación para explicar la historia y las alteraciones en sitios arqueológicos a cielo abierto, a pesar de las limitaciones intrínsecas de información, como la falta de estratigrafía. Estas limitaciones llevaron al tesista y al equipo en el que se integró, radicado en Aysén y liderado por el Dr. César Méndez, a abrir nuevas vías mediante aproximaciones estadísticas y de distribución espacial, utilizando análisis GIS y el uso de R-Studio para el estudio. La tesis ha permitido obtener un contexto más detallado del sitio Katterfeld y la transformación que sufren las piezas líticas en sus contextos postdepositacionales”.
Respecto al trabajo desarrollado por Bayron, Robert Carracedo destacó que “el esfuerzo del estudiante fue destacable, no sólo en su último año de investigación, sino también en cómo ha aprovechado las enseñanzas de los profesores y profesoras de la Escuela de Arqueología para la realización de la tesis. Este primer egresado de la escuela refleja las cualidades que la Escuela ha transmitido a lo largo de los años. Primero, la autonomía teórica y práctica para abordar problemas complejos de investigación en todo Chile y especialmente en las Regiones del Sur. Segundo, el aprendizaje y la implementación de nuevas metodologías de estudio. Y tercero, quizás lo más importante, es que los nuevos arqueólogos y arqueólogas salen preparados tanto para integrarse en el mundo académico como para el empresarial sin descuidar ninguna de las competencias necesarias en ambos ámbitos.”
Respecto a los arqueólogos formados en la UACh, el investigador valoró que: “Como doctor que trabaja en la Universitat Autónoma de Barcelona pero que continúa vinculado a proyectos de la Escuela de Arqueología, debo apuntar que el perfil de profesionales de Arqueología que está formando la UACh es notable. Este primer egresado ha presentado una tesis de gran relevancia, mostrando la calidad de formación que ofrece la universidad. Que la UACh esté formando arqueólogos es un aporte significativo al campo, ya que estos nuevos profesionales podrán sumarse a equipos de investigación y contribuir en diversos ámbitos culturales del país. La formación recibida asegura que están preparados para enfrentar los desafíos de la investigación arqueológica y la arqueología de impacto, lo que sin duda beneficiará a la comunidad académica y profesional.”
Descifrando los efectos del paso del tiempo en evidencias de piedra
La tesis Análisis Tafonómico de las Piezas Líticas, desarrollada por Bayron Soto, habla del sitio arqueológico de Katterfeld que era es un taller lítico a cielo abierto del Holoceno tardío (3.060-3.340 años cal. AP.). Un «taller lítico» es un espacio donde se lleva a cabo la fabricación de herramientas y objetos de piedra mediante técnicas de tallado y manipulación de la piedra. Estos talleres han sido utilizados históricamente por diferentes culturas para la creación de instrumentos como puntas de flecha, cuchillos, raspadores y otros utensilios de uso cotidiano. La arqueología y la antropología suelen estudiar estos talleres para comprender mejor las técnicas y habilidades utilizadas por las sociedades antiguas en la producción de objetos de piedra.
El sitio arqueológico donde se investigó está ubicado en la región de Aysén, se encuentra en las tierras altas por sobre los 1.300 metros sobre el nivel del mar y es uno de los sitios más extensos de la región abarcando un área de 74.000 m2 casi la totalidad del material arqueológico se encuentra expuesto en la superficie donde, siendo en su mayoría material lítico, implicaría que estos restos arqueológicos han sido afectados por el paso del tiempo, tanto por el contexto medio ambiental de la zona y la posible interacción humana en el sitio.
Es así como el joven investigador, utilizando una perspectiva tafonómica donde analiza el impacto del medio ambiente y el paso del tiempo en la piedra trabajada hace más de 3 mil años, evaluó la estabilidad de este material lítico en las evidencias que han llegado hasta estos días. En sus objetivos específicos buscó caracterizar los diferentes tipos de alteraciones, identificar sus mecanismos y evaluar la distribución de dichas alteraciones a nivel espacial en el sitio arqueológico.
La muestra que utilizó corresponde a un total de 530 piezas de piedra trabajada recolectadas de un cuadrante de 1000 m2. La materia prima se compone de lutita silicificada, una roca sedimentaria de grano muy fino (aumentando su grado de dureza) y con una calidad de talla buena. Entre las alteraciones que pudo destacar se encuentran las alteraciones producto de la corrasión (abrasión eólica) y líquenes.
Los resultados señalan al sitio Katterfeld como mayormente inestable, mientras que esta variable de efecto por el paso del tiempo a la intemperie se distribuye de manera heterogénea en el sitio. Según se muestra en la investigación la discusión hace especial énfasis en la variable de estabilidad por medio de análisis estadísticos y mapas de calor.
La tesis espera aportar a las futuras investigaciones tafonómicas en torno al material lítico de la Patagonia Centro-Occidental y se utilice como aporte metodológico e interpretativo de posteriores investigaciones.
El sitio Katterfeld
El sitio Katterfeld fue descubierto durante diciembre del 2014, mientras que los principales trabajos en el sitio comenzaron durante el año 2015, y continuaron con diversas campañas en terreno (donde los arqueólogos, entre otros profesionales, van al lugar a realizar estudios de campo, por ejemplo: recolección de materiales arqueológicos, excavaciones, entre otros trabajos) hasta el 2022 (la última campaña registrada pero no la última del proyecto). Por otro lado, el sitio fue investigado según lo citado por Méndez, C. (2018). Informe de actividades arqueológicas cuenca del rio Ñirehuao, área Katterfeld, comuna de Coyhaique, región de Aysén: “un equipo de investigadores de la Universidad de Chile (UCH) y Universidad Alberto Hurtado (ahora en el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia – CIEP) e investigadores asociados, Universidad de Magallanes (UMAG), Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC)”.