“Independiente de las circunstancias personales que nos toquen, un título dura para siempre y con eso, las mujeres podemos lograr independencia económica para nosotras y para nuestros hijos”, comentó Jacqueline Elgueta, ganadora del premio Mujer Construye en la Macro Zona Sur organizado por la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC).
Jacqueline es jefa de hogar, madre de tres hijos y estudiante de la carrera de Construcción Civil para Técnicos en la Universidad de Los Lagos. Recibió esta distinción en una ceremonia realizada en Santiago, que contó con la presencia de Antonia Orellana, ministra de la Mujer y la Equidad de Género y de Juan Armando Vicuña, presidente de la CCHC.
Anita Dörner, vicerrectora del Campus Puerto Montt de la Universidad de Los Lagos, destacó el valor que tiene romper estereotipos en el mundo académico y laboral. ”Esta premiación reconoce a una mujer, titulada de nuestra universidad, que destaca en sus competencias, en una línea de desarrollo mayormente ocupada por varones. Este premio Mujer Construye en la Macro Zona Sur organizado por la Cámara Chilena de la Construcción, está muy bien planteado desde mi perspectiva, porque aparte de reconocer a mujeres competentes, potencia el desarrollo y la motivación hacia más mujeres , para que estudien carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas” , comentó la autoridad universitaria.
El sueño del hormigón
Desde su actual cargo de jefa de obras civiles de Pavimentación de la Constructora Luis Navarro, Jacqueline comentó el impacto que tuvo la decisión de estudiar una carrera técnica, como mujer adulta y madre de tres hijos. “Estudiar era mi sueño, porque me encanta el hormigón. Siendo adolescente mi padre que era albañil de edificación me llevaba a su trabajo. Yo lo acompañaba a hacer los ‘pololos’ y así aprendí muchísimo. Pero luego comencé la vida en pareja y trabajé como gásfiter, sin estudios. Pero cuando me separé, tenía que hacer algo más para darle una vida digna a mis hijos. Así que dos meses después me inscribí en la carrera de Técnico en Construcción en la Universidad de Los Lagos, en el 2019”, relató.
Calle, pavimento, lluvia y prejuicios. Una vez terminada la carrera técnica, Jacqueline siguió avanzando, al iniciar el programa de Construcción Civil para Técnicos, también en la Universidad de Los Lagos. Un trayecto que no estuvo exento de dificultades, porque su trabajo en la Constructora, tenía complejidades propias. “Lo más difícil ha sido estudiar y además trabajar en la calle, con frío y lluvia. Pero también el machismo, que en este gremio hace que a la gente le cueste tener una jefatura mujer. Los mismos que me apoyaban cuando trabajé en oficina, como bodeguera, tuvieron conflictos para obedecer mis instrucciones en la calle, como jefa de pavimentación”, señaló.
Mamá a distancia. Por otro lado, la vida familiar se hizo difícil, cuando sólo podía ver a sus hijos despiertos en la mañana. “No los veía casi nunca, me perdí de muchas cosas y tuve que confiar en que siendo adolescentes, podrían cuidarse entre sí”, reconoció Jacqueline.
No obstante, su hija mayor Valentina Hinojosa Elgueta de 21 años y estudiante Ingeniería en Información y Control de Gestión en la Universidad de Chile, tiene otra mirada. “Mi madre es el mayor ejemplo de resiliencia, tanto para mí como para quienes la conocen. El premio que recibió lo percibo como una forma de expresar la gran mujer que ella es, a lo tangible. Un premio tan merecido y fruto de su esfuerzo, que refleja lo que una madre hace por amor a sus hijos, como mujer y para cumplir sus sueños. Con mis hermanos sentimos que tener una gran madre como ella, nos inspira y motiva, porque nos ha dejado ‘la vara alta’, para lo que queramos ser en la vida”, declaró la ingeniera en formación.
El cálculo
En el desarrollo académico de Jacqueline, algunas asignaturas tampoco fueron sencillas de aprobar. “Hubo años, sobre todo al principio, en que yo quería bajar los brazos porque me costaban algunos ramos como cálculo. Ahí ha sido muy importante el apoyo de mis profesores, como Horacio Gómez y Jesús Bertolo, que me animaron a seguir y tuvieron mucha paciencia conmigo. Me motivaron a mirar el futuro, a recordarme que esto lo estaba haciendo por mis hijos”, enfatizó.
La jefa según los jefes. Pese a las dificultades, Jacqueline considera que el empoderamiento otorgado por sus jefaturas en la Constructora Luis Navarro, también contribuyó a apalancar su vida formativa y profesional. “Fueron mis jefes los que me postularon a este premio de la Cámara Chilena de la Construcción, quienes siempre confiaron en mí y me empoderaron frente a mis compañeros de trabajo”, indicó.
Con paciencia y cariño, esta mujer ha logrado acercarse a quienes en un principio resistían su liderazgo femenino, caracterizado por una mayor cercanía, horizontalidad y preocupación por sus colaboradores. “Mis colegas todos los días me traen regalos, huevos, fruta, chocolates, miel, me expresan su cariño con comida, porque con el tiempo hemos logrado establecer confianzas”, comentó.
Jacqueline está en el último semestre de la carrera de Construcción Civil para Técnicos y este premio le da la tranquilidad necesaria, para sentirse realizada con lo logrado hasta ahora. ”Con el tiempo, efectivamente mi vida mejoró como madre y como mujer. Sin una carrera nunca habría podido darles la seguridad que yo quería a mis hijos. En un mes más, termino los estudios y tal como se los prometí a mis hijos, tendremos más tiempo para vivir y disfrutar en familia. Pero yo motivo a las mujeres a que persigan sus sueños, a que se atrevan a trabajar en este rubro, siempre que les guste y sientan pasión por su trabajo”, expresó la mujer constructora, como quien pasa la posta a las que vienen.