Fiebre, náuseas y color amarillento en la piel son sus principales síntomas. Para evitar su contagio, especialistas recomiendan mantener una correcta higiene personal, lavar cuidadosamente los alimentos y vacunarse en lugares autorizados.

Cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial de la Hepatitis, para aumentar la concienciación sobre esta enfermedad que provoca inflamación del hígado y que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a 325 millones de personas, causando la muerte de 1,4 millones producto de complicaciones asociadas como cirrosis y cáncer.

Existen cinco tipos principales de virus de la hepatitis: A, B, C, D y E, y cada uno de ellos posee diferentes modos de transmisión, afectando al hígado de distintas maneras. Los más comunes en Chile, según el Ministerio de Salud, son tres: A, B y C.

  • Hepatitis A: Se contagia principalmente a través del consumo de alimentos o agua contaminados. Es común en áreas con deficientes condiciones sanitarias.
  • Hepatitis B: Se transmite por contacto con sangre u otros fluidos corporales infectados, a través de relaciones sexuales sin protección, al compartir agujas, o de madre a hijo durante el parto.
  • Hepatitis C: Su contagio es por contacto con sangre infectada, a menudo por compartir agujas. Muchas pacientes con hepatitis C no presentan síntomas, lo que dificulta su detección temprana. Sin embargo, cuando aparecen, los síntomas son similares a los de la hepatitis B.

Al respecto, el Dr. Juan Pablo Arancibia, gastroenterólogo y hepatólogo de Clínica Santa María, explica: “No son enfermedades tan comunes, pero sí pueden afectar en forma significativa a los pacientes. Los casos de hepatitis A y B se han incrementado en el último tiempo debido a las relaciones sexuales no protegidas”.

Por su parte, la Dra. Marina Becerra, gastroenteróloga de Clínica Dávila, advierte que alrededor de 71 millones de personas están infectadas con el virus de hepatitis C en el mundo. “El principal factor de riesgo para este tipo es el uso de drogas inyectables, mientras que las relaciones sexuales heterosexuales no son una vía de transmisión importante”, detalla.

A su vez, el Dr. Arancibia afirma que en el 1% de los diagnósticos se puede generar una situación grave o hepatitis fulminante, por lo que su detección precoz es fundamental. “En el caso de la A y C pueden asociarse a una enfermedad crónica si es que no se pesquisa a tiempo, llevando al desarrollo de cirrosis hepática o cáncer de hígado, lo que también tiene una alta morbilidad y mortalidad”, asegura el profesional.

¿Cómo detectar a tiempo los síntomas?

El Dr. Alfredo Labarca, urgenciólogo de Help, detalla que los signos más frecuentes son fatiga, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fiebre, dolor abdominal, orinas oscuras (tipo bebida cola), heces de color claro e ictericia, que es la coloración amarilla de la piel.

“Sin embargo, algunos pacientes no presentan síntomas en las etapas iniciales de la enfermedad. La gravedad y el cuadro clínico puede variar según el tipo y la causa. Algunos casos pueden ser leves y resolverse espontáneamente, en general, los de tipo A y B. Mientras que otros pueden ser crónicos y requerir un tratamiento mucho más prolongado”, asegura.

Es importante aprender a reconocer ciertas señales para consultar a tiempo. En ese sentido, el Dr. Hassan Escobar, jefe del Servicio de Urgencia de Clínica Ciudad del Mar, comenta que es importante aprender a reconocer las señales en edades extremas, lactantes, niños o adultos mayores y en patologías previas que puedan tener los pacientes, ya que el cuadro clínico puede ser mucho más grave. En ese sentido, una vez detectados los síntomas los pacientes deben acudir rápidamente a una consulta para evitar complicaciones.

Medidas de prevención y vacunación en Chile

La gastroenteróloga de Clínica Dávila sostiene que hay diferentes formas de prevenir o reducir el riesgo de hepatitis según su tipo. “Se puede evitar con medidas de higiene universal, lavado de manos, consumiendo alimentos limpios y conservando la cadena de frío. Además, se debe utilizar protección en relaciones sexuales, desechar jeringas con su tapa después de su utilización y realizar tatuajes y procedimientos médicos en lugares acreditados por el Ministerio de Salud”, precisa.

 

Por otro lado, en Chile existe inmunización:

 

  • Vacunación contra hepatitis A: Recomendada para niños y personas en riesgo de contraer la enfermedad.
  • Vacunación contra hepatitis B: Incluida en el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) y administrada a todos los recién nacidos desde 2005.

A esto, la enfermera Natalia Vega, jefa de Vacunatorio de Clínica Biobío, agrega: “Tenemos disponible la vacuna ENGERIX B 20 para adultos, que protege de la infección causada por el virus de la hepatitis B y se puede suministrar a partir de los 16 años, con un esquema de tres dosis”.

Asimismo, detalla que esta inmunización se recomienda especialmente a trabajadores del área salud, pacientes que reciben con frecuencia productos sanguíneos o son candidatos para trasplante de órganos, personas en mayor riesgo por su comportamiento sexual, viajeros que vayan o provengan de áreas con alta endemia de hepatitis B y lactantes nacidos de madres portadoras de la misma, entre otros casos.