Por Rodrigo Carrasco, director ejecutivo de AmiChile
La industria del cultivo y proceso del chorito de Chile (Mytilus chilensis) nos ha posicionado como el principal país exportador a nivel global de esta proteína sana y sostenible y su cadena productiva se realiza íntegramente en la región de Los Lagos, la cual consta de tres partes o etapas igualmente importantes. La primera, y quizás la más desafiante, es la captación natural de semillas, la que realizan agrupaciones de semilleros o empresas en áreas específicas de la zona marítima cordillerana de la región. Del resultado de esta captación en colectores, se determina el posterior volumen que podrá ser sembrado y, posteriormente, cosechado (segunda etapa de la cadena productiva). La última fase tiene relación con el procesamiento y comercialización del producto. Cada etapa se relaciona con la siguiente y por eso la importancia de abordar los desafíos que plantea la captación de semillas si consideramos que es la etapa de menor conocimiento de sus variables.
Según datos oficiales, las captaciones de semillas durante el primer semestre de 2024 han disminuido un 25% respecto del año anterior. En particular, durante los primeros seis meses del 2023 el volumen captado fue de 45.196 toneladas, mientras que en la primera mitad del presente año solo llegó a 33.538 toneladas. Sin dudas que este panorama provoca inquietud entre nuestros socios y mitilicultores en general.
Respecto de las causas específicas que han provocado la menor disponibilidad de semillas no existen estudios científicos determinantes ni una única respuesta. Lo único que se puede advertir con seguridad es que la primera etapa de la cadena del mejillón está sometida a factores ambientales cambiantes y cíclicos, que tienen una relativa periodicidad y que, para profundizar en su modelación, se necesita del apoyo de la ciencia y el análisis de datos que nos permitan anticipar de mejor forma las variables y tomar las medidas o definir las estrategias.
Dado lo anterior, y sumado a otras variables productivas y de mercados, se estima una disminución en la producción de este año, lo que se ha ido verificando con las estadísticas de cosechas y exportaciones del primer semestre, donde la reducción bordea el 20%, según el boletín del INE Los Lagos.
Por ello la importancia de abordar estos desafíos de manera conjunta con autoridades e investigadores para conocer con mayor certeza las causas de los ciclos, su frecuencia, intensidad y los distintos efectos territoriales que esto tiene considerando que la captación de semillas se realiza en zonas concretas de nuestro mar interior, donde habitan quienes desarrollan esta actividad.
Desde la asociación gremial de mitilicultores de Chile , la AmiChile, trabajamos en estrecha colaboración público-privada con diversas instituciones del Estado y con asociaciones de semilleros, para estar cada año mejor preparados y profundizar el conocimiento y mejorar las prácticas en esta importante etapa de nuestra cadena productiva.