La iniciativa es ejecutada por el Centro de Investigación e Innovación Austral Biotech de la Universidad Santo Tomás, que lleva adelante el proyecto “Polinización segura frente a la creciente superficie frutícola de la Región de Los Lagos” junto a la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
“La apicultura es un viaje en el que uno siempre va aprendiendo, intercambiando conocimientos con otros apicultores porque cada uno tiene una receta que no necesariamente te va a funcionar a ti, pero lo bonito es que tú lo puedes ir adaptando, aprendiendo de cada persona”, así vive la apicultura Nicolás Ruiz Molina, quien viene de una familia de apicultores que iniciaron su trabajo en el año 2002 y que, actualmente, cuentan con más de dos mil colmenas en el sector de Ralún.
El joven, ingeniero comercial de profesión, viajó a Nueva Zelanda y a Australia a conocer más sobre el trabajo en esta área. “En Nueva Zelanda conocí la miel de manuka, su industria fue un punto de quiebre en mi vida porque me hizo decidir que era algo que me gustaba y a lo cual quiero seguir dedicándome. En cuanto al manejo de la apicultura en esos países es muy similar al nuestro, la diferencia está en el uso de tecnologías. Allá, como la miel de manuka tiene un precio muy elevado, pueden mover colmenas en helicópteros, usan muchas grúas y camiones gigantes, pero en cuanto al tratamiento de las colmenas es muy similar a lo que se hace en Chile”, explicó.
La apicultura chilena juega un rol relevante para nuestro país, no sólo por su producción de miel y otros productos de la colmena, sino también por los servicios de polinización con abejas. Precisamente por esto, el proyecto “Polinización segura frente a la creciente superficie frutícola de la Región de Los Lagos”, iniciativa de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y ejecutada por el Centro de Investigación e Innovación Austral Biotech de la Universidad Santo Tomás de Valdivia, tiene como objetivo principal trabajar con los actores relevantes en función de poder resolver ciertos problemas levantados por la misma comunidad o ecosistema asociado a la labor apícola.
Nolberto Arismendi Solís, investigador del Centro Austral Biotech y coordinador del proyecto, detalló que “surge por la preocupación que había por el aumento de la superficie frutícola y el efecto no deseado que pudiese tener esto sobre las abejas en general, entendiendo que cuando hablamos de fruticultura muchas veces se realiza uso intensivo de plaguicidas y pesticidas causando desde mortalidad de colmenas hasta bajar la producción de dichas colmenas. Estamos en el inicio del tercer año de trabajo mancomunado y tenemos resultados que conllevan el desarrollo de un paquete tecnológico para que puedan resolver estas problemáticas levantadas”.
Patricio Cantos Oyarzún, representante de la Región de Los Lagos y de Los Ríos de la FIA, dijo que “esperamos que este proyecto sea exitoso porque cumple un rol muy importante en la protección de las abejas, especialmente sobre los agroquímicos y de los fertilizantes que puedan tener un efecto negativo sobre ellas. Las abejas son extremadamente importantes para el desarrollo de los ecosistemas, la polinización de las distintas especies y del desarrollo de esos ecosistemas que permiten la vida, por lo tanto, es fundamental este tipo de instancias”.
Preparación de colmenas
Dentro del paquete tecnológico que se trabaja como solución se incluye el desarrollo de una aplicación de aviso para cuando se aplican plaguicidas o pesticidas, además del desarrollo de un sistema de respaldo donde se aloja la información recolectada, la cual puede ser utilizada por las entidades del Estado. A la par se está desarrollando una página web interactiva que permite comunicar todos los elementos que se ejecuten a nivel regional como capacitaciones, talleres o nueva información que surja ligada al tema apícola y los talleres que se ejecutan en el territorio.
En esta ocasión, se reunieron apicultores de toda la Región de Los Lagos en la sede Puerto Montt de Santo Tomás para hablar sobre “Actualización en preparación de colmenas en nutrición, sanidad y manejo para un buen servicio de polinización”, curso dictado por Carolina Morales Mardones, ingeniero agrónomo y apicultora de la región de Ñuble, con años de trayectoria en la industria apícola en Chillán.
“Me apasiona harto el tema de la abeja, entonces la mayoría de las cosas que le explico a los apicultores ya nos han pasado. Uno cada año va aprendiendo nuevas técnicas y eso es lo que hay que transmitir. La charla fue de polinización, de los estándares que los fruticultores están exigiendo porque los huertos cada vez se están trasladado más al sur. Si uno va viendo las estadísticas, ya hay huertos establecidos de arándanos y cerezos que antes era impensado, también hay semilleros, entonces es un potencial negocio para los apicultores, pero también los fruticultores exigen cierta calidad de colmena y en esta zona es difícil el tema de los manejos por las condiciones climáticas y de eso se trataba esta charla, de cómo lograr tener una colmena en buenas condiciones”, concluyó.