Promover la autonomía y comodidad de las personas, es uno de los principales pilares de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad de Los Lagos. Y en esta ocasión, en el campo clínico de Tecnologías Asistivas, el estudiantado de cuarto año, diseñó prototipos para contribuir al bienestar diario de usuarios con discapacidad visual.
En esta ocasión la carrera trabajó con una agrupación AIPC de personas ciegas de la ciudad de Puerto Montt, quienes asistieron a tres sesiones con las y los estudiantes, en donde se les evaluó, se realizó un perfil ocupacional y se determinó qué necesidades podían cubrir con el uso de alguna tecnología. “El estudiantado durante todo el semestre vio el concepto de tecnología asistiva, qué implicancia y qué impacto tenía en la rehabilitación, habilitación y estimulación de las personas. Y en esta ocasión, en estas sesiones, se probó si efectivamente servía lo propuesto y se entregó el resultado final al usuario”, señaló Diego Catalán, docente a cargo del campo clínico.
Fue así que un grupo de estudiantes utilizó impresión 3D, de la mano del Fabulab de la ULagos, donde se armó un dispositivo para colocarlo en el cuchillo, el cual permite a través del tacto, identificar dónde está el filo para así evitar lesiones. Mientras que, por otro lado, se diseñó un monedero que va sujeto a la muñeca, para facilitar los traslados en el transporte público, evitando sacar la billetera. Finalmente, el tercer grupo creó un aparato en base a madera, para poder realizar cortes finos y gruesos en los alimentos.
La terapeuta ocupacional Pilar Araneda, docente de la asignatura, enfatizó en que con este campo clínico el estudiantado “aprende cómo evaluar este tipo de discapacidad, ver cómo funciona la persona en distintas áreas de la ocupación y también para implementar estrategias que faciliten la participación de las y los usuarios en los intereses que ellos quieren”, comentó.
Para Damaris Bustos, estudiante de cuarto año de Terapia Ocupacional, esta fue una tremenda oportunidad para “ayudarnos a que tengamos una visión mucho más holística de todo lo que se viene más adelante. Además, el haber podido trabajar con la agrupación de personas no vidente nos acerca más a la comunidad de Puerto Montt, donde como estudiantes podemos enfocarnos y ayudar”, expresó.
Finalmente, para Daniela Martínez, mamá de Hans, uno de los usuarios que recibió uno de los prototipos, agradeció a la carrera de Terapia Ocupacional por esta oportunidad, ya que en los talleres “Hans se ha dado cuenta que él puede hacer cosas que antes creía imposibles. Por ejemplo, cocinar. Las y los estudiantes le han ayudado bastante a que tenga seguridad”, informó.