El sedentarismo es uno de los grandes males de nuestra sociedad, especialmente en la tercera edad. La falta de actividad física es causante de muchos problemas de salud y puntualmente del aumento de las patologías cardiovasculares. Es por eso que una de las herramientas más útiles para revertir esta situación es la práctica constante de actividad física.

“La actividad física tiene por consecuencia un gasto energético, cualquiera sea esta actividad y se diferencia de un ejercicio físico, el cual se realiza de forma constante, metódica y planificada, con un objetivo estético, de salud o para rendir de forma óptima en algún deporte”, explica Francisco Vicuña, kinesiólogo de residencias para personas mayores Acalis.

El hecho de realizar actividad física a diario, con una intensidad leve a moderada, ya es beneficioso para la salud, pues ayuda a disminuir de forma considerable el riesgo de mortalidad cardiovascular. La frecuencia con que se realice la actividad física claramente tiene relación con sus beneficios: si aumenta la frecuencia, mayores serán los beneficios.

Existen variados tipos de ejercicios físicos que favorecen el correcto funcionamiento del corazón y del sistema cardiovascular en general, como lo es el ejercicio aeróbico, ejercicios de resistencia o fuerza musculares y la realización de ambas en conjunto en un entrenamiento.

Sea cual sea la opción que se considere es importante que se realice de acuerdo con la condición física de cada persona y tomando en cuenta la edad, sexo, patologías y hábitos en general.

El especialista de Acalis explica que ejercicio aeróbico es todo aquel que se practique con una intensidad moderada, con una duración más bien prolongada y que permite aumentar la frecuencia cardiaca. “Estos ejercicios permiten que el corazón funcione de forma adecuada, lo cual además beneficiará a nuestro cerebro”, agrega el kinesiólogo de Acalis.

Los ejercicios de fuerza o resistencia muscular también son considerados beneficiosos para la salud y condición física en general. Ello se debe a que no sólo ayudan a mejorar la calidad y fuerza de nuestros músculos, si no que también mejoran los niveles metabólicos y así favorecen el funcionamiento del corazón.

 

Consejos antes de ejercitarse

Antes de comenzar cualquier actividad o ejercicio físico es muy importante realizar movilizaciones funcionales de las articulaciones y dedicar unos minutos akl calentamiento previo. Estos son algunos ejemplos:

  • Realizar movimientos circulares de brazos 10 veces por segmento.
  • Realizar flexo extensión de codo 10 veces por segmento.
  • Realizar movimientos circulares de la muñeca 10 veces por segmento.
  • Flexionar la cadera estando sentado elevando las rodillas 10 veces por segmento.
  • Realizar extensión de rodilla 10 veces por segmentos.
  • Realizar movimientos circulares de tobillo 10 veces por segmentos.

La intensidad y frecuencia de estos ejericios pueden variar de acuerdo con cada persona.

Otros ejemplos de actividad física que ayudarán al corazón son las siguientes:

Realizar caminatas por 30 minutos a una intensidad leve a moderada.

Bailar, esto es una actividad aeróbica que se puede realizar en casa o en talleres para personas mayores. Generalmente se consideran 20 minutos a alta intensidad y 30 cpn intensidad moderada.

Andar en bicicleta estática en el hogar es uno de los ejercicios más completos para trabajar con personas mayores ya que es una excelente actividad aeróbico. Además, es de bajo impacto para las rodillas, se puede regular la intensidad y carga que se utilizan y e seguro porque disminuye el riesgo de accidente o caída. Además, se puede adaptar a cualquier persona mayor dependiendo su condición basal.

“Los ejercicios de fuerza muscular si bien deben ser regulados por algún profesional para cuantificarlos y dosificarlos, pueden ser realizados en el hogar mediante el uso de bandas elásticas o mancuernas. Las bandas elásticas son una herramienta muy versátil ya que se pueden adaptar a diferentes ejercicios y segmentos del cuerpo, pudiendo lograr el trabajo de diferentes grupos musculares mediante movimientos funcionales”, afirma Francisco Vicuña, kinesiólogo de Acalis.

Es importante destacar que cada actividad se debe realizar conforme a cada persona previa evaluación de un experto. Si es una persona activa claramente estas actividades físicas pueden ser realizadas de forma independiente, pero si se trata de alguien que requiere alguna supervisión o asistencia debe ser apoyada por algún profesional.