Por Nicole Vargas Vargas, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad Santo Tomás Puerto Montt.
¡Ajá! Eres de las personas que afirma culposamente “después del 18 comienzo la dieta”.
Cada septiembre puede que escuches comentarios como este. En el ámbito familiar, laboral, en los medios de comunicación y en diversos contextos sociales. Hace un par de años, en la televisión médicos y nutricionistas se aliaban para recomendar el número de choripanes, empanadas y asado que debía comer una persona en estas celebraciones y cuantas calorías, grasas y carbohidratos simples aportaba cada preparación culinaria típica, además del exceso de peso ganado en estas fiestas y cómo perderlo posterior a ellas con alto arrepentimiento.
Actualmente, lo primero que se debe analizar es que el año tiene 365 días; las fiestas patrias duran máximo 7, por lo tanto, estar excesivamente preocupado por las calorías consumidas en este periodo, no se recomienda. Pero, por otra parte, el exceso y consumo desmesurado tampoco es una buena opción. Sabemos que los excesos dañan la salud y pueden provocar enfermedades.
Hoy en día la alimentación responsiva, consciente y equilibrada es primordial todo el año y, también, durante las fiestas.
Como nutricionista te recomiendo mantener hábitos saludables. La base es respetar los tiempos de comida: tomar un buen desayuno, almorzar, comer una colación a media tarde y consumir la once-cena, no más allá de las 20:00 horas, de esta manera promueves el descanso de tu sistema gastrointestinal, recordemos que el sistema digestivo debería reposar durante la noche para una adecuada higiene del sueño (dormir y despertar con energía) y permitir una adecuada reparación celular y metabólica.
También aconsejo que, si te gustan las preparaciones tradicionales chilenas como las empanadas, mote con huesillo, alfajores rellenos, etcétera; puedas incorporarlo dosificado y con moderación. Por ejemplo, al desayuno alfajores más un líquido, al almuerzo anticuchos con pebre, a la once, mote con huesillo y a la cena empanada de pino al horno. Evitando concentrar todos los alimentos en un solo tiempo de comida.
También es importante hidratarse diariamente con agua pura, infusiones de hierbas sin azúcar, por lo menos 6-8 vasos; y si eres fanático de los tragos chilenos como terremoto, te aconsejamos que elijas 1 o 2 días donde de manera moderada, bebas y disfrutes de este cóctel tradicional, evitando el exceso, sobre todo si presentas patologías crónicas como hipertensión o diabetes, donde se puede desencadenar una descompensación.
Por último, mantente en movimiento. Si puedes continuar tu rutina de actividad física, es una excelente decisión; de lo contrario bailar unos pies de cueca, chamamé o pericona, también contará como ejercicio para tu cuerpo.
¡Que disfrutes estas fiestas!