Progreso y Futuro, el regreso del Banco comunal en el módulo de emprendedores de la cárcel de Osorno
En diciembre pasado se firmó la conformación del nuevo Banco Comunal, una metodología que trabaja Fondo Esperanza para otorgar créditos con coavalidad grupal, con la participación de 20 emprendedores que combinan la esperanza, esfuerzo y una visión de futuro. Este grupo se armó en el Módulo 1, reconocido como el «Grupo de emprendedores», conformado por internos con buen comportamiento y que han mostrado un fuerte compromiso con el trabajo y el cambio positivo.
Un barbero, tres talabarteros y dieciséis artesanos especializados en madera y en fabricación de muebles integran este Banco Comunal, que no sólo les permite generar ingresos sino también desarrollarse como agentes activos de su propio progreso y el de sus familias al generar redes de apoyo que abren caminos para su reinserción a la sociedad civil.
Ellos reanudan la historia del primer Banco Comunal que nació en este mismo recinto penitenciario en 2015 y que debido a la pandemia el 2020 tuvo que cerrar. Ahora, con el nuevo Banco Comunal Progreso y Futuro, la iniciativa retoma fuerza con la participación de tres socios originales y el ingreso de nuevos internos emprendedores comprometidos con el cambio.
«Retomamos el convenio que teníamos con Fondo Esperanza antes de la pandemia para darle la oportunidad a los internos de ocuparse con actividades que les interesan y generan ingresos para sus familias, como son la artesanía en madera y en cuero. Ellos dedican 7 horas al día a este trabajo, donde además se promueve una red de apoyo entre ellos, al trabajar juntos, y afuera con sus familiares que los apoyan en la compra de insumos y en la venta del producto finalizado». Daniel Villarroel, encargado laboral, Gendarmería del recinto penitenciario de Osorno.
Para el futuro, se plantea la posibilidad de trabajar con emprendedoras en el módulo femenino de la cárcel. Aunque actualmente el grupo es reducido, con alrededor de diez mujeres, y enfrenta desafíos como la falta de apoyo familiar, existe la esperanza de desarrollar un programa de incubación para ellas. Este plan podría abrir oportunidades y expandir el impacto positivo del modelo de Bancos Comunales en el sistema penitenciario y en el segmento inclusión que Fondo Esperanza está desarrollando para apoyar a más emprendedores en sus actividades económicas desde Arica hasta Coyhaique.
El retorno del Banco Comunal representa un comienzo, una plataforma para que los internos reconstruyan su vida y aporten al desarrollo de sus comunidades, incluso desde un recinto penitenciario. Con el Banco Comunal Progreso y Futuro, estos emprendedores demuestran que el cambio es posible cuando se combinan esfuerzo, colaboración y una visión compartida.
Fondo Esperanza es la organización de desarrollo social más grande de Chile, pionera en implementar un servicio microfinanciero solidario enfocado al emprendimiento en sectores vulnerables: microcrédito, capacitación, generación de redes de apoyo e inclusión digital. En sus 23 años ha apoyado a más de 650 mil microemprendimientos. A través de la mundialmente reconocida metodología de Banca Comunal, hoy atiende a más de 140 mil emprendedoras y emprendedores de Arica a Coyhaique y su cartera de créditos es superior a los USD 80 millones. Fondo Esperanza pertenece a la Fundación Microfinanzas BBVA y a la Fundación Hogar de Cristo.