El evento programado para este martes 29 de octubre a las 19:30 horas con entrada liberada tendrá también en el escenario a los artistas locales Milibwoy, el MC Ilustrado, Lagarto Tiamat y Miguel Parra.
Con siete discos a su haber y más de tres décadas viviendo de la música, el cantante puertomontino Luis Pérez, conocido artísticamente como “Pérez Lucho” celebra este martes 29 de octubre desde las 19:30 horas, 20 años dedicado de manera profesional al arte de cantar, por lo que promete una fiesta cargada de blues, cumbia y boleros en el escenario del Teatro Diego Rivera y cuya entrada será un alimento no perecible, recaudaciones que serán donadas a un jardín infantil y un hogar de ancianos de la Población Modelo.
El concierto de este martes, donde también estarán presentes los artistas locales Milibwoy, el MC Ilustrado, Lagarto Tiamat y Miguel Parra, es el tercero en el marco de la gira de los 20 años de Pérez Lucho, que ya se presentó en Cochamó y Calbuco, y que lo llevará a presentarse en Concepción, Santiago y Punta Arenas, agendando además fechas en las ciudades de Urubamba y Lima en Perú y en Chui poblado ubicado en la frontera de Brasil y Uruguay.
En este contexto el cantante detalla que “para estos 20 años tenía la idea de hacer algo en grande, y de tocar en las ciudades donde ya me había presentado en giras pasadas, además las ciudades a las que voy también, tienen la particularidad de que están nombradas en algunas de mis canciones, como “La terminal de Concepción”, “Punta Arenas 1996”, “Chui”, “La calbucana” entre otras”, contó el también gestor cultural.
Con una carrera que partió a los 15 años tocando en la calle y en micros, el compositor e intérprete recuerda que comenzó con muchas dudas y miedos, los que se fueron disipando a medida que se iba planteando objetivos, los que inicialmente eran “disfrutar y compartir con mis amigos, viajar tocando, conocer ciudades y pueblos. Viví la escena del punk rock chileno en los 90’s, luego de eso comencé a estudiar música, a tocar y componer”.
En la misma línea Pérez Lucho confiesa estar satisfecho con lo que ha hecho, asegurando que ha superado las metas con las que partió, afirmando que “si bien no soy millonario, vivo bien y puedo generar dinero y disfrutar de mis artilugios sonoros y gozar libremente de mi utopía creadora”.
Actualmente el artista además de dedicarle tiempo a su carrera como músico, donde ya prepara el próximo disco, que espera lanzar durante el 2025, también trabaja en el Centro Cultural Rancho El Manzano, que se ubica en la Población Modelo, y que aspira pueda convertirse en una Corporación Cultural.
Con letras que se inspiran en las cosas cotidianas y en las vivencias del artista durante sus giras, Pérez Lucho añade que “mi música tiene que ver mucho con el paisaje, el mensaje es positivo, son mensajes populares, trato que sea fácil de entender para todas las personas, sin importar condición política, social y económica”.
Al ser consultado por cómo describiría estos 20 años de carrera, Lucho comenta que “ha sido trabajar siempre en contra de la corriente, mucho esfuerzo, me tocó crecer viendo como mis amigos y mi entorno se ponía cada vez más burgués y yo seguía con el sueño que me propuse a los 15 años, tocando en bares, en la calle, en la locomoción colectiva, donde fuera”.
Asimismo recuerda que en sus comienzos tocaba alrededor de ocho horas diarias para poder generar recursos, “se me hacía complicado sobrevivir, todos me tiraban para abajo, el apoyo era nulo. El año 2010 recién logré estabilizar mi economía y conseguir las cosas que necesitaba para poder hacer giras”.
El músico comenta sobre sus primeras giras que “éramos un circo pobre que se movía en una camioneta, imprimíamos las carátulas de los discos y todos los días vendimos entre 50 a 100 copias, eso más la propina que nos daba la gente y los pagos que nos daban los bares nos ayudaba a sobrevivir”.
Finalmente el intérprete habla sobre las dificultades que ha debido enfrentar en su carrera reconocer que “siempre ha sido duro vivir para la música, porque todo en esta sociedad es capital, y el arte en cierto modo hay que dejarlo fluir, no preocuparse tanto del dinero, si eres real la gente te va retribuir. Y si no quieres hacer la vuelta larga puedes vivir de los fondos estatales, afortunadamente en estos 30 años no he necesitado fondos culturales para poder vivir cantando”.