Escribe

Rodrigo Carrasco

Director Ejecutivo AmiChile

Proyección de la industria mitilicultora

Cerramos 2024 como un año de grandes avances para los mitilicultores y para la industria. Y en lo gremial, lo vivimos desde la nueva etapa que comienza a partir de la modernización de los estatutos aprobada por unanimidad ante la asamblea de socios en octubre de 2024. Esto nos permite sentar las bases para consolidar lo avanzado hasta ahora, en diversos elementos como promoción, sostenibilidad, capacitación, acceso a nuevas tecnologías, ciencia e investigación aplicada; y que hoy genera las condiciones para el posicionamiento del gremio y del sector en la Región de Los Lagos, la industria nacional y el mercado global.

En 2024 el equipo de AmiChile abordó -en diversas perspectivas- un trabajo consistente para el fortalecimiento de la industria, desde el intercambio de conocimiento, la generación de diálogo y debate en temas de interés público y política pública, como en la promoción del producto desde Chiloé y al resto del país, y nuevos mercados a nivel mundial. En concreto, y a modo de ejemplo, en 2024 participamos de ferias como AquaSur y Food and Service. Generamos tres instancias de “diálogo mitilicultor” para contribuir al diseño de la futura Ley de Acuicultura; participamos de instancias público-privadas con actores como el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Gobierno Regional de Los Lagos, Corfo y ProChile. Impulsamos el segundo Acuerdo de Producción Limpia (APL) entre AmiChile y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) de Corfo. Convocamos el IX Seminario de Investigación Aplicada a la Mitilicultura, que tuvo lugar en Castro, con invitados nacionales e internacionales. También fuimos parte del Seafood Expo Global en España y de Chile Summit India 2024.

Este año, también enfrentamos la disminución en la cosecha de semillas. Según datos consolidados, las captaciones durante el primer semestre disminuyeron del orden de un 25% respecto del año anterior, y sobre lo cual no existe a la fecha conclusiones científicas determinantes, más allá de elementos del entorno climático y ecológico; lo que permite advertir que la primera etapa de la cadena del mejillón está sometida a factores ambientales cambiantes y cíclicos, que tienen una relativa periodicidad y que, para profundizar en su modelación, se necesita del apoyo de la ciencia y el análisis de datos que nos permitan anticipar de mejor forma las variables y tomar las medidas, o definir las estrategias, de manera conjunta con autoridades e investigadores.

Y en el ejercicio de proyectar el gremio y la industria en el mediano plazo, el año que ya comienza nos entrega la oportunidad de comenzar un nuevo ejercicio de planificación estratégica quinquenal (2025 – 2030), trabajo fundamental para el futuro de AmiChile y del liderazgo en este importante sector productivo que va desde los semilleros, pasando por los pequeños productores, el procesamiento y exportación, para llegar así hasta los mercados de destino.

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