LA OPINION DE LA SEMANA POR FRANCISCO ALMONACID GONZALEZ.
Columna N°2
El viernes seis de diciembre del presente año, asistimos como comuna a la ceremonia de cambio de mando alcaldicio.
Un Acto republicano en que el alcalde saliente (Francisco Calbucoy Guerrero) le entrega el mando al nuevo edil, el Independiente (Marcos Silva Maldonado), como asimismo los nuevos concejales (tres) y los reelectos (tres) asumieron sus delicadas funciones.
Sin embargo, un Acto tan importante y simbólico como éste se vio empañado por la ausencia del alcalde que entregaba el mando, don Francisco Calbucoy. Una verdadera lástima, porque en política nadie tiene clavada la rueda de la fortuna. Además, una falta de respeto para la ciudadanía, que acudió a las urnas con su mejor espíritu democrático y lo menos que se espera es que nuestros líderes políticos que han conducido por cuatro años los destinos de la comuna, estén a la altura de su alto cargo, que prediquen con el ejemplo y señalen un camino de profundización de nuestra democracia, porque con actitudes como ésta sólo la horadamos y lentamente la vamos socavando.
Ojalá que esta situación que vivimos el viernes no se repita en el futuro, porque tenemos que pensar que es responsabilidad de todos cuidar nuestra democracia, ya que tenemos en Chile amarga experiencia, cuando hace ya medio siglo se quebró nuestro sistema político por causa de la polarización que vivimos entonces, ya que todos pensaban ser dueños de la verdad y la cuestión no es así, porque en política la verdad la construimos entre todos, dialogando y escuchando con respeto al otro que es mi interlocutor.
Le deseamos al nuevo alcalde y al cuerpo de concejales, toda clase de éxito y ventura en sus delicadas e importantes tareas que tienen por delante, ya que la ciudadanía que confió en ustedes espera estén a la altura de las circunstancias. Las necesidades de la comuna y su población son múltiples y los desafíos no son menores. Ojalá nuestras nuevas autoridades trabajen mucho en terreno y en contacto con la población, escuchando a las personas que son quiénes conocen las verdaderas falencias y anhelos de la ciudadanía. Necesitamos que el progreso y las ayudas lleguen a todos por igual, como también el abanico se abran a toda la población, ya que todos necesitan tener la oportunidad de ser beneficiados con las distintas políticas comunales.
