Prof. Felipe Almuna Salgado. Instituto de Especialidades Pedagógicas, Universidad Austral de Chile, Sede Puerto Montt
Calcular el número de personas de una multitud ha sido un problema durante más de 2000 años; en el milagro de la multiplicación de los panes y los peces—en el cual Jesús con una pequeña cantidad de panes y peces fue capaz de multiplicarlos para alimentar a una multitud que lo seguía a la ciudad de Betsaida.
De acuerdo con el evangelio de Mateo, el número de personas a alimentar era de sobre 5000 personas: y los que comieron eran unos cinco mil hombres, además de mujeres y niños. La estimación del número de asistentes en una multitud es extremadamente difícil de calcular. Las multitudes pueden clasificarse esencialmente en estática, donde hay un área de reunión que es el foco del evento, o móvil, donde el movimiento es parte del proceso. La base de la estimación de una multitud estática es bastante simple, en teoría. Esta se reduce al área multiplicada por la densidad de personas en una superficie determinada.
El método fue presentado originalmente por el periodista del Milwaukee Journal Sentinel Herbert Jacobs en 1967, para estimar el número de estudiantes universitarios que se reunieron en la plaza de Berkeley para protestar en contra la Guerra de Vietnam; en el piso de esta plaza existía una cuadrícula (por el diseño de las baldosas), por lo que una manera simple de estimar la multitud era contar el número de cuadrados y estimar cuántos estudiantes había en promedio en cada cuadrado. Su regla de densidad, que todavía se usa en la actualidad: en una multitud estática dispersa la densidad es de aproximadamente 1 persona por m2, una multitud compacta tiene aproximadamente 2 personas por m2 y las multitudes muy densas tienen aproximadamente 4 por m2.
Si el área de la multitud es regular, claramente delineada y visible al multiplicarla por la densidad promedio se producirá una estimación de la multitud. Pero, a menudo, el área ocupada por la multitud no será regular, y los árboles y los edificios pueden ocultar partes de la multitud. Sin embargo, la fotografía es la mejor base para estimar la densidad y para estimar el área. Dependiendo de la calidad de las imágenes, los enfoques basados en píxeles pueden funcionar. A partir de una buena imagen fotográfica, se pueden obtener estimaciones y errores estándar para el área densidad de una multitud; la Estadística sugiere que con la tecnología actual el error estándar relativo en una estimación es del orden del 10%.
Si bien el método de Jacobs se aplica para estimar una multitud estática, no es el adecuado para una multitud en movimiento como una marcha. Primero, la multitud en sí es más variable en el tiempo y en el espacio; desde el aire, una marcha puede tener una forma bien definida al inicio, pero forma dispersa e irregular a medida que se acerca al final de la multitud. Luego, la multitud se puede reunir de manera más compacta a escuchar los discursos.
Las estimaciones de este tipo multitud son considerablemente más inciertas que para una estática. Finalmente, la estimación de la multitud es bastante variable, incluso cuando se basa en imágenes fotográficas y aunque una marcha tenga una buena causa, la exageración del tamaño no debería ser considerado ni mucho menos la subestimación en el número de participantes debiera ser políticamente motivada.