Con 35 votos a favor, 7 en contra y 1 abstención, el Senado aprobó limitar la reelección de las autoridades, cumpliendo con una de las promesas hechas post 18 de octubre. No obstante, el mismo Senado -y por 22 votos a favor, 7 en contra y 12 abstenciones- no logró el quórum de 3/5 que se necesitaba para que el conteo asociado a la reelección pudiese hacerse en forma retroactiva. Lo anterior, en función que ello significaba que muchos parlamentarios no podrían presentarse a las próximas elecciones.
Al respecto, la no consecución del quórum para la aprobación de la retroactividad no se debió sólo a los 7 votos en contra que tuvo la iniciativa, sino a las 12 abstenciones. Esto es así, ya que al ser una ley que requería un quórum de 3/5 para ser aprobada, y conociendo el resultado de la votación inicial, la abstención se convertía en forma material y automática en un voto negativo.
De esta forma, hubo senadores que votaron por limitar la reelección a las próximas autoridades, pero se cuidaron que esto no les alcanzase a ellos en forma inmediata, evidenciándose así una conducta egoísta e instrumental al derecho a ser elegido; factores que ayudan a explicar la pérdida de confianza que tiene la ciudadanía hacia la clase política.
Pedro Díaz Polanco
Director de la Escuela de Administración Pública
Universidad Austral de Chile