Tu casa, el lugar en el que pasas la mayor parte de tu tiempo, está entre 2 y 5 veces más contaminado que el exterior. Aunque no los veas, el polvo, moho, ácaros alérgenos, virus y bacterias conviven contigo, como un miembro no deseado de la familia. Por si fura poco, todo parece indicar que nuestro tiempo en espacios cerrados será mayor. Las medidas de confinamiento que aún están activas en algunos países y la necesidad vital de evitar los contagios nos empujan hacia ellos.
La grandeza del problema
Cierra los ojos e imagina esos 10.800 litros de aire que respiras cada día. Ahora piensa que ese aire no sea limpio, sino contaminado. Abre los ojos. Donde deberíamos estar más protegidos es donde respiramos más riesgo disfrazado de polvo, moho, alérgenos y todo tipo de virus y bacterias. A eso añádele nuestras propias fuentes de contaminación como el humo del tabaco o las emisiones nocivas de productos de limpieza.
El neumólogo Erick Peralta Ortega, quien ha estado en el centro de la tragedia del Covid 19, insiste en la importancia de tomar las medidas necesarias para asegurar un aire de calidad en los espacios cerrados. “Tenemos que entender que estamos viviendo cosas a las que no estábamos acostumbrados y que es necesario cambiar nuestra rutina y adoptar nuevas si queremos cuidarnos y cuidar a la familia en esta nueva circunstancia. Los ambientes contaminados son un foco importante para la transmisión del virus, además de que ya, de por sí, son capaces de crear cuadros relevantes en personas asmáticas y desarrollar problemas que pueden llegar a ser graves entre personas de todas las edades”.
Para el doctor Peralta Ortega, tan importante como lavarse las manos es ventilar la casa una o dos veces al día y auxiliarse de tecnología que ayude a purificar los espacios. “Necesitamos que las personas entiendan los riesgos que conllevan para la salud respirar un aire que no cumple los estándares de calidad y que cada uno sea capaz de hacer un compromiso personal en este sentido. Se ha demostrado que las personas que conviven con un nivel de contaminación alto están mucho más expuestas al deterioro prematuro de los pulmones y al desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas”, asegura.
Daikin, un líder en el campo de la climatización, está creando conciencia sobre el tema con la campaña “El aire que respiras”. “Calidad del aire interior (CAI) es el término con el que nos referimos a la naturaleza del aire dentro de los edificios, que afecta la salud y el bienestar de sus ocupantes. Esta calidad viene determinada por los niveles de contaminantes presentes en el aire”, asegura Milena Santos, directora de marketing estratégico y producto Unitario de Daikin. Entre los contaminantes más comunes Daikin señala el humo del tabaco, alérgenos como polen de plantas, partículas provenientes de animales o ácaros, monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, partículas o algunos compuestos orgánicos volátiles que proceden de aparatos de calefacción y producción de agua caliente, o de la cocina, la humedad que da lugar a hongos y moho y los compuestos orgánicos volátiles emitidos por algunos productos de construcción o limpieza, muebles, decoración, bricolaje, etc.
Para saber qué calidad tiene el aire de nuestro hogar hay que tener en cuenta distintos aspectos. En primer lugar, la satisfacción de los ocupantes respecto al aire que están respirando. Para ello se pueden tener en cuenta, por ejemplo, si se perciben olores desagradables o si presentan síntomas relacionados con el aire de mala calidad. Paralelamente también se puede analizar la concentración de contaminantes mediante distintos métodos como son la lectura directa a través del análisis continuado con dispositivos específicos o la toma de muestras para estudiar posteriormente.