Según explica Bárbara Flores, nutricionista de Edenred, uno de los objetivos es mantenerlos horarios y favorecer el sueño, pues es la instancia en la cual se secreta la hormona del crecimiento.
Desde que se supo que las vacaciones de invierno se adelantarían y alargarían, muchos padres comenzaron a preguntarse cómo conllevarían —en los distintos frentes— tantos días con los niños en la casa. Una de las dudas recurrentes tiene que ver con la alimentación, pues en los colegios los menores se acostumbran a una rutina que conlleva horarios y un menú con diferentes nutrientes. ¿Cómo hacer, entonces, para que aquello no se desordene? ¿En qué deben fijarse los padres a la hora de alimentar saludablemente a sus hijos?
Según explica Bárbara Flores, nutricionista de Edenred, empresa dedicada a la entrega de servicios y beneficios laborales, la importancia de la rutina que los menores llevan en el colegio “se relaciona con el hecho de tener una estructura alimentaria, evitando saltarse comidas y, de esta forma, cubrir los requerimientos nutricionales diarios”. Para la profesional lo fundamental, en las vacaciones de invierno, es que los padres se preocupen de “mantener esos horarios, con una flexibilidad prudente, con el objetivo de que la rutina de sueño también se pueda mantener, pues es en esa instancia en la que se secretan las hormonas del crecimiento y las que permiten un óptimo funcionamiento del organismo”.
Flores explica que un “desorden en la estructura de los horarios de comida puede tener
consecuencias sobre el estado nutricional de los niños. Si están más bien ´picoteando´ todo el día y no se le da importancia a los tiempos de comida con los productos importantes que permitirán cubrir las necesidades nutricionales, la desorganización se hará manifiesta”.
En cuanto a cómo debe ser una alimentación balanceada, la nutricionista explica que se deben incorporar frutas y verduras de temporada, cereales —ojalá integrales—, alimentos ricos en proteínas y legumbres.
Pero a veces los más pequeños de la casa muestran reticencia a algunos de estos alimentos. ¿Qué hacer entonces? Flores sostiene que “como es fundamental que se consuman, hay que buscar estrategias que sirvan para que se los coman, como idear recetas, involucrarlos en la preparación o montar los platos de una manera distinta”.