Las comunidades a nivel nacional se reunieron en Frutillar para conmemorar 159 años de fe luterana en nuestro país. La actividad transcurrió durante este fin de semana con distintas charlas enfocadas en la esperanza, y los participantes tuvieron la oportunidad de recorrer parte del lago Llanquihue.
Después de que hace dos años el último Día de la Iglesia -conocido en alemán como Kirchentag– fuera realizado desde Temuco en una modalidad 100% online, la Iglesia Luterana en Chile (ILCH) volvió a celebrar su 159° aniversario en una modalidad presencial, realizándose en esta oportunidad en la comunidad del lago Llanquihue.
Las actividades comenzaron a las 08:30 hrs del sábado en el Colegio Alemán de Frutillar, oportunidad en la que los participantes pudieron volver a reencontrarse, siendo recibidos con un tradicional desayuno sureño. Posteriormente, durante la mañana participaron en distintas presentaciones y charlas realizadas de manera simultánea, poniendo como principal foco la esperanza para la Iglesia.
“El Kirchentag es una fiesta, un reencuentro, un poder compartir diversos temas que no se suelen tratar en las comunidades de origen. Está inspirado en una fiesta que tiene la Iglesia Evangélica Alemana que en Europa dura cinco días, siendo un gran evento que se toma toda una ciudad”, explica el obispo de la ILCH, Alexis Salgado.
Durante la tarde los participantes fueron llevados por un recorrido en el circuito del Lago Llanquihue, oportunidad en la que visitaron la iglesia ubicada en la comuna homónima y el Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) “Vista Hermosa”.
“Creo que es importante que la juventud conozca sus raíces, específicamente sobre los colonos, que pasaron por grandes dificultades, pero mantuvieron su fe luterana para trabajar y dedicarse a surgir. Por eso crearon estas iglesias y mantuvieron su fe para las siguientes generaciones”, destaca el presidente de la Iglesia Luterana en Llanquihue, Jorge Werner.
La comunidad también visitó la localidad de Nueva Braunau, oportunidad en la que recorrieron las instalaciones del Museo Alemán Antonio Felmer, pudiendo conocer más sobre cómo vivieron los antepasados de los colonos alemanes en el sur.
“Una de las características que más identifica a la comunidad de Nueva Braunau es trabajar comunitariamente. Este museo refleja lo que significó ser colonos alemanes provenientes de Bohemia, que, si bien no estuvieron ajenos a diferencias, tuvieron que formarse y ayudarse mutuamente, lo que funciona hasta el día de hoy”, menciona el presidente de la Corporación Evangélica Luterana del Lago Llanquihue, Rudolf Klein.
Las actividades del domingo fueron más breves y consistieron en dos charlas sobre la esperanza de la fe cristiana, realizadas en la Iglesia Luterana de Frutillar. Tras un culto llevado a cabo en modalidad tanto presencial como online, la comunidad tuvo un último almuerzo tradicional alemán, compartiendo una última vez antes de despedirse con la esperanza de reencontrarse en dos años más en un próximo Kirchentag.