Este 19 de noviembre celebramos el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, fecha en la que reconocemos el trabajo y valor que aportan las mujeres emprendedoras alrededor del mundo, como una pieza clave para el desarrollo social y económico de los países.
Ante momentos de incertidumbre económica y política, y escenarios de probable recesión como la que vivimos en la actualidad, la historia nos ha demostrado que el emprendimiento florece en escenarios económicos adversos. La crisis asiática y la subprime fueron cuna de una serie de emprendimientos que, años más tarde, cambiaron la forma como vemos el mundo. Lo mismo sucedió luego del boom de las puntocom. Es que el emprendimiento es, en su base, una forma disruptiva de hacer las cosas. Un desafío al status quo, con la potencialidad de transformar sociedades y economías.
En una economía históricamente dominada por hombres, desde Adam Smith a los Chicago Boys, hoy vemos un boom de talento femenino que empuja por generar un cambio duradero. Incluso sectores tan masculinizados como las áreas STEM, hoy se han visto sacudidas por una ola de talento y energía emprendedora que no habíamos visto hace una década.
Sin embargo, la participación femenina en el ambiente emprendedor aun es minoritaria, a pesar del enorme aporte de las mujeres al ecosistema. ¿Cómo podemos aportar a aumentar la participación femenina?
El primer paso es derribar las barreras que impiden su pleno desarrollo. Y es que ya sea por normas sociales, prejuicios, tiempo, falta de acceso a capital o escasez de formación, hay muchas mujeres que no pueden ingresar a sectores de negocios más rentables que están siendo liderados por hombres. Incluso, persiste la duda en algunos sectores sobre nuestras decisiones en ámbitos empresariales y financieros.
Hoy más que nunca tenemos que incorporar todas las visiones y el talento para impulsar más emprendimientos a la cabeza de mujeres y con ello, apoyar la reactivación económica del país. Necesitamos más mujeres líderes que investiguen, generen conocimiento y aporten a la economía desde la innovación y el emprendimiento. Porque sin diversidad no hay innovación.
Debemos promover más espacios disponibles tanto en el ecosistema emprendedor como en las altas esferas de empresas, así también como el desarrollo de políticas públicas que aborden esta materia. Un desafío que tiene Chile y el mundo, ya que según un informe del Banco Mundial son alrededor de 2.400 millones de mujeres en edad de trabajar que no tienen igualdad de oportunidades económicas.
Las mujeres somos y seremos agentes de transformación. Por ello, es responsabilidad de todos los que somos parte del ecosistema de generar mayor inclusión y aprovechar el talento femenino. Solo así tendremos más emprendedoras como Daniela Lorca de Babytuto, Teresita Morán de Buk o Paula Valverde de Limonada, ejemplos de figuras que han logrado emparejar la cancha y demostrar el potencial femenino en emprendimientos de alto valor agregado.
Trinidad Carmona
Sales & Marketing directora de Drillco y emprendedora Endeavor