Instituciones educativas líderes cambian sus menús para ser más sostenibles
Los estudiantes de la Universidad de Cambridge votaron a favor de un menú basado en plantas, mientras que otros proyectos a nivel mundial buscan que las comidas de instituciones públicas y privadas sean más amigables con el planeta.
Este mes, los representantes del Centro de Estudiantes de Cambridge votaron a favor de ofrecer un menú 100% vegetal en la institución. El cuerpo estudiantil celebró esta decisión como “un paso significativo hacia la justicia climática para todos los habitantes de la Tierra”. Ahora, empezarán a negociar la transición hacia un catering vegano con la ayuda del proyecto “Universidades Plant-Based”, creado por el grupo de justicia animal y ambiental, Animal Rebellion.
En Estados Unidos, la tendencia también va en aumento. Los estudiantes de 250 universidades estadounidenses podrán disponer de más opciones vegetales, gracias a una iniciativa de Aramark, uno de los principales proveedores de servicios alimentarios. Aramark se compromete a aumentar exponencialmente su oferta de menús a base de plantas en los colegios. Para el año 2025, casi la mitad (44%) de las comidas ofrecidas por la empresa serán completamente vegetales. Con ello, la empresa busca fortalecer su objetivo de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 25% para 2030.
“En los últimos años ha habido un aumento significativo en el número de personas que eligen una dieta vegana a nivel mundial. Una razón importante de este fenómeno es la emergencia climática, dado que los productos de origen animal, tales como la carne y los lácteos son algunos de los alimentos más contaminantes que podemos consumir”, dice Diamela Covarrubias, directora de Relaciones Corporativas en Chile de la ONG internacional Sinergia Animal.
El cambio también es personal
En América Latina, Sinergia Animal ofrece un desafío vegano donde ya han participado más de 80 mil personas desde sus inicios, en 2019. En el Desafío 21 Días Veg (www.desafio21diasveg.com), los inscritos reciben correos electrónicos diariamente con consejos y apoyo nutricional gratuito. “Tenemos participantes que quieren volverse veganos por los animales, por el medio ambiente, y por la salud. Todas estas razones son válidas, y más allá del por qué lo están intentando, es gratificante ver esta tendencia en crecimiento,” comenta Covarrubias.
Ella explica que las personas pueden pensar que los hábitos alimentarios a nivel individual podrían no tener un impacto significativo en el mundo, pero cuando se dan cuenta de que son parte de un movimiento global más grande, les da el impulso para hacer el cambio. “Es común escuchar que hacerse vegano y el sentimiento de contribuir a un mundo más justo es una de las mejores decisiones que los participantes han tomado en su vida,” recuerda.