Participación femenina en carreras universitarias
El desafío de generar una mayor inclusión femenina y equidad de género en la educación superior es un tema que ha ido avanzando a lo largo de las décadas. Sin embargo, es innegable que todavía queda mucho camino por recorrer.
En este sentido, de las tantas brechas aún existentes, quizás una de las más trascendentales para el desarrollo de la humanidad es aumentar la participación femenina en las denominadas carreras STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por su sigla en inglés), que constituyen espacios en la sociedad que históricamente han sido ocupados por hombres.
Según el Consejo Nacional de Educación, el porcentaje de mujeres en estas carreras es menor al 30%. Comparándonos con los países de la OCDE, Chile es el séptimo con menor participación femenina en Ingeniería, y el último en carreras STEM. Si bien los porcentajes han ido aumentando gracias a estrategias implementadas por las universidades, es de preocupación avanzar con mayor velocidad. Porque, para que Chile logre un desarrollo profundo e integral en estas áreas se requiere tener la visión de la sociedad completa.
A nivel cultural, en tanto, es importante dejar de tener carreras “femeninas” y otras “masculinas”, pues las vocaciones y los talentos se distribuyen por igual en toda la población y como sociedad debemos avanzar en destruir los prejuicios para permitir que nuestros jóvenes se desarrollen libremente.
En el mundo laboral es tiempo de dejar atrás la discriminación que aún existe –solo por nombrar un ejemplo– por la maternidad, donde la mujer profesional parte en desventaja respecto de sus pares varones.
En suma, los desafíos van desde la educación, pasando por lo cultural hasta lo profesional, y sin dudas en muchos otros ámbitos. Pero lo cierto es que las mujeres deben formar parte del diseño del mundo del futuro, porque en la construcción de nuestra sociedad no puede estar ausente el 50% de las involucradas.
Silvana Cominetti
Presidenta del Directorio de la Universidad del Alba