Los desafíos de los neonatos prematuros en Chile
María José Benavides Directora Carrera de Obstetricia y Puericultura Universidad de Las Américas
En el Día Mundial del Niño Prematuro, es crucial destacar la resiliencia y los retos que enfrentan estos bebés nacidos antes de las 37 semanas de gestación. Cada año, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), cerca del 10% de los nacimientos en el país son prematuros, una cifra que invita a una reflexión profunda sobre los cuidados y apoyos necesarios para estos pequeños luchadores.
Los bebés prematuros son un ejemplo de tenacidad. Dependiendo de su semana de gestación y peso al nacer sus pronósticos varían significativamente. Los nacidos antes de la semana 28 tienen mayores desafíos, enfrentando riesgos elevados de complicaciones graves como problemas respiratorios y neurológicos. Sin embargo, los avances tecnológicos en neonatología han mejorado notablemente sus posibilidades de supervivencia y desarrollo saludable.
El Estado chileno, reconociendo estos desafíos, ha implementado políticas públicas enfocadas en mejorar la atención neonatal, como la incorporación de Garantías Explícitas de Salud en los casos de hipoacusia neurosensorial bilateral, retinopatía, displasia broncopulmonar. Estas incluyen protocolos para el manejo intensivo de los prematuros y programas de seguimiento para monitorizar su desarrollo a largo plazo. A pesar de estos esfuerzos, aún existen áreas que requieren mejoras, como la disponibilidad de personal interdisciplinar 24/7, como fonoaudiólogos y kinesiólogos, asegurar una dotación de personal que sea acorde a la demanda asistencial de los recién nacidos prematuros, aumento en la capacitación de quienes trabajan en salud y la disponibilidad de recursos en unidades de cuidados intensivos.
La ciencia detrás del cuidado de los prematuros es un campo en constante evolución. Investigaciones recientes destacan la importancia del contacto piel con piel y la lactancia materna, incluso en los casos más críticos. Estas prácticas no solo mejoran los pronósticos de salud, sino que también fortalecen el vínculo afectivo entre el bebé y sus padres.
Este Día Mundial del Niño Prematuro es una oportunidad para honrar la fortaleza de estos bebés y para reafirmar el compromiso de toda la sociedad, desde el Estado hasta los profesionales de la salud y la academia, en garantizar su bienestar y desarrollo. Cada paso adelante en este campo no solo es un avance científico, sino también un triunfo en la lucha por la vida y la calidad de esta.