La seremi de Salud, Eugenia Schnake, se refirió a la última Resolución Exenta Nº 184 que decreta el cierre de nuevas áreas para la extracción de recursos en la comuna de Quellón, al sur de Chiloé debido a muestreos realizados en que se indica presencia de veneno paralizante de los mariscos.
Explicó que esta resolución implica prohibición de extracción tanto para productos bivalvos como picorocos, piures, caracoles y algas comestibles. “Estamos en un proceso intenso de monitoreos durante el día de hoy que va a abarcar la zona de Quellón hasta la comuna de Queilen en el sector de la Isla Tranqui, de manera de dar seguridad a la población”, explicó la autoridad.
Schnake agregó que “nuestro llamado a la población es a estar tranquilos, seguir las recomendaciones e informaciones que emitimos como Seremi de Salud y como Gobierno y comprar productos sólo en lugares establecidos y exigir la certificación de nuestros laboratorios que indica que los mariscos están libres de toxina paralizante”.
Consultada sobre la extensión de este brote de marea roja, la seremi informó que los valores máximos de toxicidad registrados en la región -de acuerdo a los monitoreos- son de 350 microgramos de toxina y aseguró que “estamos en presencia de un gran evento de floración en la región de Aysén y la proyección era que efectivamente desde el punto más cercano del Pacífico se fuera desplazando hacia el sector del sureste”.
Al respecto, el jefe de la división de investigación de IFOP, Leonardo Guzmán, explicó que “no es fácil comparar un evento con otro” ya que todos los eventos de marea roja, especialmente los asociados con la microalga Alexandrium catenella –que está vinculado con el veneno paralizante- tienen particularidades. “En ese sentido el 2016 es muy distinto a este evento, el cual sería más comparable al ocurrido al 2009, ya que está restringido sustancialmente a fiordos y canales, se inicia en la región de Aysén y hoy podemos señalar con evidencia -a través de la dispersión de partículas- que hay una conectividad dependiendo de la dirección de los vientos particularmente entre el extremo norte de Aysén y el extremo sureste de Chiloé”, indicó Guzmán.
El experto agregó que lo que se observa desde mediados de enero es el reflejo de un proceso hidrodinámico, es decir, son corrientes que transportan las microalgas de sur a norte, lo que permite entender por qué estas toxinas no están presentes en la costa de Palena, pero sí en el sureste de la isla de Chiloé. “Es un proceso dinámico que hay que entenderlo con tranquilidad y no causar alarma en la comunidad comparándolo con lo ocurrido el 2016”, aseveró.
En tanto, el director regional de Senapesca, Eduardo Aguilera, se refirió al control en carreteras en coordinación con Carabineros, asegurando que se está intensificando para verificar que no se realicen traslados de recursos que no hayan sido analizados por el Ministerio de salud, así como también que cumplan con la normativa pesquera. “Estamos estableciendo puntos en distintos lugares y en los próximos días vamos a contar con una unidad móvil de Sernapesca en el límite con la región de Los Ríos para poder verificar que todo el transporte de productos del mar cumpla con los requisitos tanto pesqueros como de la Autoridad Sanitaria”, anunció.